El pasado fin de semana tuvo lugar la XX edición de la Clásica de Tenerife, el conocido rally de coches clásicos que cada año se celebra en la isla tinerfeña, desde que iniciara su andadura en 2001. Este año, la carrera de autos clásicos ha contado con una amplia presencia de competidores internacionales, entre los que destaca una comitiva de belgas y británicos, que se ha desplazado a las Islas Canarias unos días antes para recorrer todo el archipiélago a los mandos de sus preciados vehículos.

Cerca de 130 han sido los participantes de esta edición, de los que más de 30 han llegado de diferentes puntos de la geografía europea como Reino Unido, Bélgica, Suiza, Austria, Irlanda o Italia. Asimismo, la carrera ha contado con gran participación de corredores de prácticamente todas las islas que conforman el archipiélago canario, divididos en las tres categorías que establecía la prueba: Turismo, Regularidad y Tributo, categoría, esta última, en la que participaban coches más modernos (1980-2000) que no competían en las contrarreloj, tales como varios Ferrari (Testarossa, F50, 550 Barchetta y 488 GTB), un Lamborghini Diablo o un McLaren MP4-12C.
 

Concentración en el Parque García Sanabria (Santa Cruz de Tenerife) | Foto: Clásica de Tenerife

Mercedes-Benz 300 SL en la concentración del Parque García Sanabria (Santa Cruz de Tenerife) | Foto: Clásica de Tenerife

Celebrado entre el viernes 19 y el sábado 20 de noviembre, el rally de clásicos ha permitido recorrer a los inscritos más de 350 kilómetros de la geografía tinerfeña a bordo de coches fabricados entre las décadas de 1920 y 1970. De esta manera, el Parque Rural de Anaga, el Parque Nacional del Teide, así como la zona turística más moderna de los municipios sureños de Arona y Adeje, han sido los enclaves que los participantes han podido visitar mientras competían. Además, el Parque García Sanabria de la capital, Santa Cruz de Tenerife, ha sido el lugar escogido para establecer la salida y la meta.

Bentley Blower (1935), Mercedes 300 SL (1954), Austin Healey (1956), Bizzarrini Europa GT (1965), Jaguar E-Type (1968) o Porsche 911 RS 2.7 (1973) han sido algunas de las reliquias automovilísticas que se han podido observar este año en el vigésimo aniversario de esta Clásica de Tenerife, organizada por el Real Automóvil Club de Tenerife (RACT), y que el pasado 2020 no pudo celebrarse por la pandemia del Covid-19.
 

Bentley Blower de 1935 | Foto: Clásica de Tenerife

Bentley Blower de 1935 | Foto: Clásica de Tenerife

Turismo automovilístico
 

Ha sido llamativo el desembarco en las islas de casi 50 coches procedentes de Reino Unido (17) y Bélgica (30), con el objetivo de realizar turismo automovilístico por el archipiélago.

Los vehículos procedentes de Reino Unido pertenecen a Bespoke Rallies, un club británico que organiza rallies de coches clásicos por todo el mundo. Denominado ‘Grand Tour Canarias’, este año los británicos efectuaron un recorrido completo entre el 3 y el 21 de noviembre por todas las islas del archipiélago: Tenerife, La Palma, La Gomera, El Hierro, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Algunas de las joyas automovilísticas traídas por este grupo han sido: Aston Martin Mk II (1934), Chevrolet Fangio Coupé (1938), Jaguar XK (1957) y Ford Mustang (1964).

De esta manera, quedaron particularmente impresionados en su visita a La Palma, donde pudieron observar de primera mano y a bordo de sus clásicos el espectáculo natural del volcán de Cumbre Vieja, que continúa expulsando lava y ceniza después de dos meses.
 


Por su parte, los vehículos belgas, llegados a Tenerife desde el puerto de Huelva, forman parte de un grupo de amigos que se dedica a hacer turismo por todo el mundo a los mandos de sus autos clásicos. En este 2021 su objetivo era recorrer Australia, sin embargo, al mantener el país oceánico sus fronteras cerradas, los turistas belgas optaron por viajar a Canarias para conocer sus pueblos y rincones más recónditos, recorriendo las sinuosas carreteras secundarias del archipiélago.

Asumiendo un costo de hasta 25.000 euros, contando con el transporte de sus vehículos, hospedaje e inscripción en el rally de clásicos de Tenerife, esta comitiva representa un turismo de nivel (se han hospedado en los mejores hoteles) que ha querido conocer el interior y los pueblos canarios, más que sus típicas costas de sol y playa.
 


Asimismo, se han reunido con varios clubes automovilísticos como el Club de Automóviles Clásicos Canarios (CACC) o el Real Automóvil Club de Tenerife (RACT), realizando concentraciones en Santa Cruz de Tenerife y en la localidad de Pasito Blanco, en Gran Canaria, para mostrar verdaderos tesoros de cuatro ruedas como un Bentley Le Mans 4 1/2 (1934), un Triumph TR3 (1955), un Mercedes-Benz 320 SL (1963) o un Porsche 911 S (1968).


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