Un estudio oficial del Gobierno de Canarias encargado a la Universidad de La Laguna (Tenerife) ha revelado que hay un perfil de viajero europeo que suele practicar turismo sexual en el sudeste asiático o en el norte de África y, ahora, opta por las Islas Canarias para esta actividad.

En esta comunidad autónoma la tasa de desempleo juvenil es superior al 50% y el número de mujeres desempleadas supera las 100.000. Especialmente en las zonas turísticas (sur de Gran Canaria, Lanzarote, sur de Tenerife y Fuerteventura), la realidad es que existe una oferta de mujeres jóvenes que se dedican a la prostitución y se ha producido, además, un aumento de redes criminales de explotación de mujeres con problemas económicos. 

El estudio demuestra que prácticamente la situación se ha normalizado en el archipiélago. Tal es así que en algunas autovías hay vehículos anunciando servicios de prostitución. Las instituciones y el sistema educativo no son capaces de ofrecer respuestas a esta problemática social.

Suscripción

La proliferación de vuelos de bajo coste compensa viajar a Canarias por un corto período de tiempo. Las mujeres que ofrecen estos servicios no son sólo inmigrantes, como se suele pensar. El perfil ha cambiado y se encuentran en este mercado ilegal, jóvenes españolas que obtienen ingresos rápidos usando su cuerpo como mercancía.

Esther Torrado, socióloga y directora de la Universidad de La Laguna y responsable del estudio, apunta que “hay demanda, no solo de los hombres que viven en las islas, sino de los que vienen de vacaciones” ya que “el demandante europeo puede acceder a los cuerpos de las mujeres por bajo precio, sin riesgo”.

“En las zonas turísticas hay demanda de turismo de sol y playa y de prostitución. Nuestras islas tienen una cierta seguridad que no ofrece el norte de África o Asia”, asegura Torrado.