Tourinews ha tenido la oportunidad de entrevistar a Manuel Butler,  actual director ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Cuenta con más de 25 años de experiencia en la promoción turística de España al más alto nivel, habiendo asumido el cargo de director general del Instituto Español de Turismo (Turespaña) en dos períodos y habiendo estado al frente de las Oficinas Españolas de Turismo en Miami (EE.UU.) y en Frankfurt (Alemania).

Butler cree que, tras la pandemia, se producirá una recuperación del sector turístico “más lenta de lo que nos gustaría”, pero que, de forma puntual, experimentaremos el ‘efecto champán’, es decir, al igual que cuando se descorcha una botella de champán, se producirá un desbordamiento de demanda por el ansia desmesurada que siente la población por viajar, después de este periodo en el que se le ha privado de esa posibilidad que “forma parte de nuestra sustancia”. Además, afirma que la Covid-19 dejará una clara huella en el sector turístico, cuyos pilares ya se están erigiendo, y es la aparición de un nuevo turismo basado en la sostenibilidad y la responsabilidad social y medioambiental.

Pregunta (P): El “turismo de venganza” es un concepto del que están hablando muchos articulistas, como Isabel García (El Mundo), que lo define como la realización de viajes motivados por un ansia desmesurada después de un periodo en el que se ha privado a la población de esa posibilidad. Esto ya ocurrió en China, donde las reservas tras el confinamiento aumentaron un 1.500%. ¿Cree que este comportamiento se puede replicar en otros países del mundo?

Respuesta (R): Yo creo que sí. No hay que olvidar que estamos en un shock de oferta, no hay un problema de demanda. La demanda está contenida desde hace ya casi un año. El viajar forma parte de nuestra sustancia y, en cuanto podamos hacerlo en condiciones normales, viajaremos. El término turismo de venganza no lo había oído, suena un poco agresivo; yo lo llamo el ‘efecto champán’, es decir, al igual que cuando se descorcha una botella de champán, se producirá un desbordamiento de demanda porque hay muchísima gente que tiene ganas de viajar. Ya lo hemos visto, no solo en el caso de China, sino en Europa cuando se levantaron las restricciones de viaje el 1 de julio de 2020 y  las reservas y las búsquedas en Internet reaccionaron al alza casi instantáneamente.
 

OMT

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P: Un estudio sobre este fenómeno en China, realizado por McKinsey & Company, dice que primero se desarrollará el turismo interior, luego los destinos cercanos y, más tarde, los internacionales. Desde la OMT, ¿se está teniendo en cuenta esta posible euforia por viajar?

R: Precisamente durante la reunión del Comité Ejecutivo de la OMT [18 y 19 de enero] presentamos los cambios que se están produciendo en el consumidor. No sabemos si esos cambios se mantendrán o son de una permanencia efímera. En ellos vemos que se está produciendo eso que tú has señalado. Por una parte, el turismo doméstico es algo que estamos viendo, no solo en China, sino en los países más resilientes en cuanto a superar esta crisis, que son los que tienen mayor participación del turismo nacional y menos dependencia del internacional. Por el contrario, las islas, sobre todo los estados de islas en desarrollo, son los que tienen una dependencia brutal y lo están pasando muy mal. También destacan las reservas del último minuto, donde prima una gran volatilidad y evidentemente están alimentadas por la necesidad de estimular las reservas donde las facilidades de cancelación son altísimas.
 

manuel butler OMT

Manuel Butler, director ejecutivo de la OMT

P: El mismo estudio, además, afirma que los primeros en viajar serán los jóvenes y se decantarán por destinos al aire libre

R: Por supuesto, eso es algo que está aquí. Los primeros que están reaccionando y que son más resilientes a esta crisis son los jóvenes viajeros, los millennials, que están buscando un turismo mucho más responsable y en contacto con la naturaleza. Cuando hablamos de más responsable estamos hablando de que sea más sostenible, especialmente en su vertiente social y medioambiental. Los jóvenes tienen una enorme sensibilidad con el tema de los plásticos de un solo uso. Es algo que está ahí y desde la OMT pensamos que es algo que se va a quedar y va a crecer. Estamos haciendo una apuesta muy grande por el turismo de naturaleza, rural... y vamos a seguir trabajando en los próximos años en esa línea, porque pensamos que supone también equilibrar, de alguna manera, el turismo a nivel interno en cada uno de los países. Hacer que el turismo sea una riqueza compartida, no solo para unos cuantos destinos, sino que sea compartida por toda la población. Y, en ese sentido, uno de los más necesitados es el mundo rural, lo que en España se ha llamado como la España vaciada.



P: ¿Y cómo cree que reaccionará el turismo, se producirá una avalancha o será una reactivación escalonada?

R: La recuperación del turismo va a ser lenta. Puede ser una algo más o menos acelerada dependiendo de cómo se enfrente el frente sanitario —vacunación y test— y la coordinación internacional, que es un elemento clave en la recuperación de la confianza de todos los viajeros. No se llegará a niveles previos de la crisis hasta dentro de dos años y medio o tres, más o menos, es decir, durante tres años vamos a vivir en una situación de sobreoferta clarísima y con una demanda débil, pero que, puntualmente, se va a producir este fenómeno que señalas, debido a las ganas contenidas de viajar, ya que en la mayoría de los países viajar es un bien de primera necesidad y se nos ha privado de ese bien por las razones que todos sabemos. Entonces sí, se puede producir puntualmente ese tsunami de sobredemanda, pero será en un tiempo corto y luego volverá a restablecerse la situación de baja demanda y recuperación más lenta de lo que a todos nos gustaría. Pero será una recuperación basada en estos pilares que ya he señalado, se está construyendo un nuevo turismo de forma clarísima que tendrá una transición bastante corta.

P: Conociendo tan de cerca las macro estrategias turísticas de los países, en concreto de España, ¿cree que se puede desatar una guerra de marketing por parte de los destinos turísticos de los países para atraer a los turistas?

R: Evidentemente la competencia va a ser mucho mayor. En este marco que dibujamos, si hay la misma oferta, la competencia va a ser mayor durante unos años. Eso lo estamos viendo, especialmente en el campo de la aviación, que es una indicadora de lo que puede pasar en los destinos. De todas formas, ahora lo que está predominando es un espíritu de cooperación y colaboración. Nosotros tenemos desde hace 10 meses un Comité Global de Crisis Turística donde están representados los países, organizaciones hermanas de Naciones Unidas, grandes asociaciones… y hay un espíritu de colaboración y de construcción muy importante. Lógicamente, así funciona el mercado, y en cuanto se produzcan estos movimientos la competencia se agudizará, es lógico. Pero en estos momentos lo que está dominando es el espíritu de cooperación y colaboración, porque esto nos está afectando a todo el mundo, aunque no de manera igual por lo que he señalado con respecto a la dependencia que se tenga o no al turismo internacional. Pero yo lo tengo clarísimo: apostar por turismo es apostar por un caballo ganador.