El holding IAG, matriz de la española Iberia, está estudiando nuevas opciones para conseguir hacerse con Norwegian, después de que se haya conocido que la aerolínea escandinava ha rechazado ya dos ofertas.

El holding hispano-británico “revisará sus opciones” respecto a la operación, según ha comentado Willie Walsh, consejero delegado de IAG, lo cual no significa que el interés haya desaparecido.

Walsh considera clave hacerse con Norwegian para controlar el mercado de los vuelos ‘low cost’ de largo radio. Y es que fuentes del sector consultadas por el diario El Mundo consideran a la empresa escandinava como “la principal amenaza para las compañías que operan vuelos transatlánticos”. Eliminar a Norwegian que actualmente ofrece las tarifas más bajas, permitiría a IAG marcar los precios de los billetes de larga distancia.

Según un estudio de Fligth Global, la ‘low cost’ nórdica lidera en rapidez de crecimiento de capacidad entre Europa y Estados Unidos, con un 87%; justo por delante de British Airways con un 7% de incremento de plazas. Así, con la compra, el holding protegería de igual manera el principal mercado internacional de la compañía británica, así como el mercado latinoamericano, que Walsh ha recordado que sigue “bien y fuerte”. 

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El contraataque de Norwegian

Pero International Airlines Group no es el único actor invitado a esta batalla por el largo radio. Ahora, se ha conocido que Norwegian está manteniendo contactos con otras aerolíneas con el objetivo de defenderse ante la ofensiva de la matriz de Iberia. La idea sería buscar alternativas junto a otros grupos europeos para formar un frente común contra IAG.

Según informa Expansión, los noruegos ya mantienen conversaciones con la británica easyJet, con la que anteriormente ya ha llegado a acuerdos de colaboración para alimentar sus vuelos de largo recorrido.

Por el momento, el tira y afloja entre las empresas capitaneadas por  Willie Walsh y el noruego Bjørn Kjos ha provocado que el valor de las acciones de Norwegian en bolsa se haya duplicado en tan solo tres semanas, llegando a los 1.377 millones de euros.