Tras verse obligado a reducir el número de permisos para escaladores, ahora el Gobierno de Nepal va a un paso más allá para frenar la masificación del monte Everest.

Desde la institución han preparado una batería de medidas con las que quieren disuadir a los montañeros de acudir al techo del mundo e incentivar la visita a otras cimas en las que muy pocos se aventuran.

Tarifas más altas para el Everest


Una de las primeras medidas aprobadas es el incremento de la tarifa para obtener el permiso de escalada. De abril a mayo (temporada alta) tendrá un coste de 15.000 dólares (muy por encima de los 11.000 que se cobran actualmente). De septiembre a noviembre, costará 7.500 dólares y de diciembre a febrero, 3.750.

En 2024, la venta de permisos de escalada supuso 5,9 millones de dólares para el país, de los que un 75% procedían del pico más alto del mundo.

97 montañas gratuitas


En contraposición, el ejecutivo nepalí ha decidido eliminar temporalmente las tasas para escalar 97 picos, ubicados principalmente en las provincias de Karnali y Sudurpaschim. Estas cimas, de entre 5.970 y 7.132 metros de altitud son visitadas con menos frecuencia, cuantificando solo 68 escaladores en los últimos dos años.

Además de ofrecer una alternativa para “desatascar” el Everest, también pretenden beneficiar económicamente a zonas menos desarrolladas, aunque para ello quizás tengan que reforzar la conectividad y las infraestructuras.

Entrenamiento de escalada


A todo ello se sumará próximamente una nueva medida, con la que se pretende reducir el índice de siniestralidad en el Everest, y es que se trabaja en una ley para exigir un entrenamiento previo a los escaladores, que deberán escalar previamente otra montaña de 7.000 metros en el país, de nuevo con la vista puesta en potenciar Karnali y Sudurpaschim.