Las aerolíneas del Golfo se están enfrentando a duras acusaciones. American Airlines (AAL), Delta (DAL) y United acusan a las aerolíneas de destruir empleos estadounidenses y reclaman al presidente Trump que revise los acuerdos que permiten a esas aerolíneas volar desde los Emiratos Árabes Unidos y Qatar a cualquier destino de Estados Unidos. Argumentan que tienen una ventaja injusta debido a las ayudas gubernamentales de 47,12 millones de dólares. 

El presidente de Emirates, el jeque Ahmed bin Saeed Al  Maktoum, ha desmentido las acusaciones y señala que lo que realmente quieren es crear más empleos en el país norteamericano y apoyar su economía. Además apunta que: “Transportamos diariamente a casi 4.000 personas a los Estados Unidos, invertimos 132 mil millones y sostenemos un millón de puestos de trabajo”.  Además, Trump “debería intentar apoyarnos porque siempre tenemos prioridad por Estados Unidos, ordenando productos manufacturados para nuestras aerolíneas, al contrario de lo que hacen los demás que hacen pedidos de grandes aviones a fabricantes europeos, brasileños y canadienses”. 

El próximo jueves, ejecutivos de la industria de la aviación, incluyendo los CEOs de Delta y United se reunirán con Trump.