Canarias está a punto de contar con su primera normativa específica para regular los campings, acampadas y otros establecimientos singulares, una tipología de alojamientos turísticos que, hasta ahora, estaba en un limbo legal.
La consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias, Jessica de León, y el director general de Ordenación, Formación y Promoción Turística, Miguel Ángel Rodríguez, presentaron este jueves el borrador del Reglamento de los Establecimientos Turísticos de Alojamiento al Aire Libre que, con la fase de exposición pública inicia su tramitación. Ambos han agradecido la colaboración del sector para sacar adelante esta norma.
“No existe hoy en día una normativa específica que regule los campings, acampadas y otros establecimientos singulares, un segmento consolidado en las islas”, indicó la consejera, que hizo hincapié en que “esta actividad avanza sin control y por eso, este nuevo marco regulador viene a resolver la inseguridad jurídica para emprendedores, operadores y usuarios, y nace también de la necesidad de preservar el litoral y el medio ambiente”.
Si bien, De León ha destacado que la regulación no interviene en los instrumentos de planificación territorial y urbanística necesarios para la implantación de este tipo de establecimientos, puesto que son ajenos a la competencia de la Consejería de Turismo.
En este sentido, Rodríguez ha reiterado la necesidad de que este tipo de alojamientos turísticos se lleve a cabo de una manera planificada y de acuerdo con parámetros propios de la sostenibilidad social, ambiental y económica del siglo XXI. “Este reglamento da respuesta a la ausencia actual de regulación, que ha provocado afecciones territoriales graves, sobre todo en el ámbito litoral y en áreas protegidas, y que dejaba indefensos a los usuarios y generaba inseguridad jurídica para los emprendedores de este tipo de actividades”, explicó.
“Es muy importante que este trabajo que hemos hecho de la mano del sector lo enriquezca ahora la ciudadanía. Conocer, a través de la fase de información pública, las propuestas de los ayuntamientos, cabildos, colectivos ecologistas y usuarios, para que nos ayuden a completar una regulación que es urgente e imprescindible», concluyó el director general.
Tipología y criterios mínimos de calidad
El texto define cada tipología, delimitando qué es un camping, un área de acampada de autocaravanas o un área de pernocta y, además, establece los criterios mínimos de calidad y servicios que deben cumplir:
- Los campings se clasificarán por un sistema de puntos flexible que permitirá adaptar su diseño al entorno y a las necesidades del usuario. Se regularán también las infraestructuras mínimas, como servicios higiénicos, suministro de agua, evacuación de residuos, accesibilidad y prevención de incendios. También se delimitarán las zonas donde está prohibido ubicar este tipo de alojamientos.
- Las áreas de acampada para autocaravanas y similares deberán contar con dotaciones básicas para el mantenimiento de estos vehículos y con zonas delimitadas para la pernocta.
Para iniciar la actividad bastará con una declaración responsable para operar legalmente. En cuanto a la estructura administrativa, se establece el reparto competencial entre la administración autonómica, los cabildos insulares y los ayuntamientos:
- El Gobierno de Canarias regulará las condiciones para la instalación, la apertura de los establecimientos turísticos de alojamiento al aire libre y establecerá los servicios mínimos que deben prestar. También asumirá funciones inspectoras y ejercerá la potestad sancionadora.
- Los cabildos recibirán las declaraciones responsables relativas a la apertura, modificación y cierre de los establecimientos turísticos de alojamiento al aire libre. Además, tramitarán la inscripción, comprobarán, y en su caso, modificarán y revisarán las categorías de los campings. También emitirán informes previos.
- Por su parte, los ayuntamientos otorgarán las licencias municipales y velarán por el cumplimiento de los planes de autoprotección y seguridad.
Turismo rural
Asimismo, el reglamento promueve la creación en medianías y zonas de interior de áreas específicas para poder permanecer un máximo de 72 horas. “Lo que queremos impulsar precisamente en medianías, en las islas verdes, son microáreas de pernocta para que este fenómeno se haga con calidad, competitividad, accesibilidad y con todas las garantías a lo largo del territorio”, indicó Rodríguez.
Una novedad destacada es la posibilidad de habilitar pequeñas instalaciones de acampada o de autocaravanas, siempre que estén vinculadas a edificaciones rurales donde se lleven a cabo actividades agropecuarias o tradicionales. “Pretendemos impulsar actividades complementarias y que una persona que produce y vende queso, que hace telas, fabrica miel o tiene su plantación de aguacate, pueda obtener una renta complementaria a través de una pequeña instalación limitada, que el autocaravanista o el campista pueda disfrutar”, comentó Rodríguez, indicando que de esta forma “fomentamos que la gente permanezca en el medio rural”.
Se permitirá este tipo de alojamiento siempre que se trate de inmuebles de valor histórico, arquitectónico o etnográfico, integrados en suelo rústico, como forma de diversificar la oferta y potenciar la economía rural. En cuanto a los alojamientos turísticos singulares, como yurtas o cabañas en los árboles, solo podrán implantarse si están previstos en el planeamiento urbanístico municipal.