Cathay Pacific Airways Ltd ha anunciado un recorte de 600 puestos de trabajo, el mayor al que se enfrenta desde 1998. De esta manera tratará de volver a la rentabilidad en un panorama en el que las aerolíneas chinas continentales están expandiendo sus rutas internacionales de manera rápida.

 Los recortes planteados forman parte de un importante plan de reorganización que tendrá lugar en los próximos tres años, consecuencia de las pérdidas anuales registradas el año pasado. Supondrán la desaparición del 25% de su personal directivo y el 18% de los cargos no directivos de su sede en Hong Kong. Se estima que la medida permitirá ahorrar por lo menos 444 millones de euros al año y alrededor del 6% de los gastos totales de personal. También se está considerando reducir las rutas de vuelo y compartir más rutas con su filial de corto alcance Cathay Dragon. 

La acción, según ha señalado la compañía, no afectará a sus empleados de primera línea, tripulación de cabina o pilotos, pero se les pedirá que mejoren su productividad. 

Rupert Hogg, nuevo presidente de la compañía, ha declarado que: "Hemos tenido que tomar decisiones difíciles, pero necesarias para el futuro de nuestro negocio y nuestros clientes".