El 88% de las empresas hoteleras de España realizaron ventas online en 2022. Esta cifra posiciona al sector muy por encima de la media española, que se sitúa en el 30%, según el informe Digitalización, cambios en las ocupaciones y nuevas competencias en el sector hotelero en España, elaborado por IMANcorp Foundation y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

El estudio, sin embargo, incide en que "hay todavía margen para el crecimiento", ya que las ventas por comercio electrónico no suponen ni la mitad del total realizado en hotelería (46%). Eso sí, vuelve a salir muy por beneficiado en comparativa con la media de empresas españolas, donde las ventas por comercio electrónico suponen alrededor del 20% sobre el total.

Deberes pendientes en otras competencias digitales


Si bien en comercialización los hoteles están muy avanzados, hay otras competencias digitales como el big data en el que aún queda mucho trabajo por hacer, especialmente en el caso de las empresas de menor tamaño. Este es el caso de aspectos como el análisis de big data, internet de las cosas, realidad aumentada, business intelligence, programas de fidelidad, revenue management, logística automatizada o domótica.

Así, por ejemplo, solo un 11 % de las empresas de 10 a 49 trabajadores utiliza big data, porcentaje que se eleva al 39% en las empresas con más de 250 trabajadores. En cuanto al uso de la inteligencia artificial, este llega al 35% en las empresas grandes y se centra en el análisis de datos, la automatización de flujos de trabajo, la toma de decisiones y la identificación de personas y objetos en función de imágenes. Este porcentaje, sin embargo, es muy inferior en las empresas de 59 a 249 trabajadores (18 %) y todavía menor en las de menos de cincuenta trabajadores (11 %), valores que se equiparan a la media española. La robótica, por su parte, está muy poco implantada, incluso en las empresas de mayor tamaño, ya que su uso apenas llega al 5 %.

"Hay motivos que frenan o dificultan la digitalización de los hoteles. Los más destacados son el coste y la falta de formación y conocimientos específicos en las nuevas habilidades digitales de los profesionales. Pero también existe incertidumbre respecto a los resultados. Se han recogido ejemplos de innovaciones que no han contribuido a mejorar los resultados porque no se había hecho una buena detección de necesidades o se habían generado expectativas demasiado altas. A esta incertidumbre se le añade el exceso de oferta de aplicaciones, soluciones o software, que hace más difícil la elección", explica Alba Escolà, gerente de IMANcorp Foundation.