El 80% de los municipios costeros de España, Francia, Italia, Grecia y Chipre han destruido los depósitos de praderas marinas de sus playas por motivos estéticos.

Según informa EFE, un estudio elaborado por la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza ha analizado el tratamiento que 144 municipios de los citados cinco países dan a las praderas de posidonia. La mayoría de ellos decide eliminar este recurso para garantizar que los arenales sean del agrado de los turistas, todo ello pese a los beneficios que estas formaciones tienen sobre el mantenimiento de los ecosistemas litorales.

Según explica María del Mar Otero, experta marina del Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN, con sede en Málaga, las praderas actúan “como un escudo que evita la pérdida de arena de las playas y asegura la resistencia y la estabilidad del litoral“.

Según explican, durante las tormentas las praderas de posidonia se ven afectadas y sus raíces y hojas generan en la orilla de las playas cúmulos o arribazones, que las autoridades retiran con excavadoras de cara a la temporada turística.

Estos arribazones son consideradas esenciales para proteger a las costas de la erosión, uno de los principales problemas a los que se enfrentan muchas playas españolas que se ven obligados a aportar arena de otros destinos para poder mantenerlas.