Japón reanudó ayer, 1 de julio, la caza comercial de ballenas. Lo cierto es que el país nipón había dejado de capturarlas bajo este precepto en 1986, cuando se adscribió a la moratoria internacional que prohibía la caza de esta especie; sin embargo, jamás dejó de cazar a estos animales alegando fines científicos, un modelo que, según los ecologistas, era una forma de caza comercial encubierta. De hecho, es el segundo país que más ejemplares de este animal captura (entre 400 y 500 al año), sólo por detrás de Noruega (600-700) y por delante de Islandia (200).

Ballenas cazadas en los últimos años

Ballenas cazadas en los últimos años

 

Según ha informado El Confidencial, las autoridades japonesas estiman que capturarán 227 ballenas con fines comerciales hasta finales de año. Concretamente, la Agencia Pesquera de Japón anunció que se capturarán 52 ejemplares de la especie Minke; 150 de rorcual Bryde; y 25 rorcual común. La caza de estos cetáceos se efectuará exclusivamente en aguas niponas.

A este respecto, altos funcionarios gubernamentales manifestaron que se han fijado estos límites de captura para garantizar el “uso sostenible de los recursos marinos” y según “criterios científicos”. Así, especificaron que existen 20.513 ejemplares de la especie Minke; 34.473 de rorcual Bryde; y 34.718 de rorcual común.

Lo cierto es que Japón defiende la caza de ballenas como “parte de su tradición y de su historia”, especialmente en las localidades costeras, donde esta actividad se lleva realizando durante años y supone un factor de subsistencia vital para los habitantes.

Japón era miembro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) desde abril de 1951, pero decidió abandonar la comisión tras no haber convencido al resto de miembros de modificar la moratoria y permitir una pesca regulada por la propia CBI.