El pasado mes de abril, el gobierno de Indonesia anunció el pasado mes de abril su intención de prohibir la entrada de turistas en la isla de Komodo para proteger a los dragones de Komodo o varánidos.

Tal y como informa Reuters, autoridades provinciales han confirmado que durante el próximo año la isla permanecerá clausurada a los turistas con el fin de que esta especie de lagartos pueda recuperarse para garantizar su supervivencia. Y es que durante el pasado año más de 176.000 turistas de todo el mundo visitaron esta ubicación en 2018 atraídos por estos animales alterando gravemente su ecosistema.

"La gente viene queriendo ver cómo (los dragones) se aparean, cómo ponen sus huevos, cómo nacen y cómo los jóvenes Komodos luchan por su vida", explica Josef Nae Soi, vicegobernador de la provincia de East Nusa Tenggara. Un interés que puede costar su futuro: “Tenemos que salvar a los dragones de Komodo de la extinción”, insiste.

Una vez pase el año, la isla podría reabrir de nuevo a turistas, pero como un destino premium. De hecho, algunos medios de comunicación apuntan a que se podría cobrar una tasa de 500 dólares para permitir la entrada a la misma. No obstante, aún no se ha tomado ninguna decisión al respecto.

Por su parte, desde la industria turística y la población de la isla han mostrado sus críticas a estos límites, puesto que los visitantes extranjeros suponen su principal fuente de ingresos.