Un joven de 23 años murió disuelto en las aguas termales del Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos. El pasado junio, la víctima acudió junto a su hermana de excursión y se adentraron en una zona restringida. El chico se acercó a una piscina de agua con alto contenido en ácido para comprobar su temperatura, pero se resbaló y cayó en ella, muriendo en el acto. Cuando el equipo de rescate acudió a recuperar el cuerpo la mañana siguiente, se había disuelto. Su hermana grabó los hechos, pero el vídeo no ha trascendido a los medios. Según la página web del parque natural, 20 personas han fallecido en estas aguas antes que Scott, siendo el último suceso en el año 2000