31 personas, entre agentes y civiles, han resultado heridas en un atentado con bomba cerca de la popular plaza de toros de la Santamaría, en el centro de Bogotá, Colombia, lugar en el que se celebraba la última corrida de toros de la temporada. Al parecer, el terrorista podría haber pernoctado la noche anterior en un hostal cerca de donde puso la bomba. 

Aunque desde la celebración de la primera tarde de toros en enero, muchas asociaciones protectoras de animales y grupos políticos han organizado protestas contra este tipo de eventos, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá , el general Hoover Penilla, ha descartado que el responsable del ataque sea parte de un grupo antitaurino: "No tiene absolutamente nada que ver con los animalistas que están en contra de las corridas de toros". 

En este sentido, se señala a el ELN (Ejército de Liberación Nacional) como principal autor de los hechos, algo que ha trasladado a El Mundo Francisco Santos, ex vicepresidente del gobierno de la nación y gran aficionado a los toros: "Me imagino que es el ELN que es el único que tiene la capacidad para hacer un atentado así, aprovechando la concentración de policías y la corrida". 

Las inmediaciones de las instalaciones estaban vigiladas por un total de 1.200 policías en el momento del ataque, una medida que se tomó a cabo para proteger a los aficionados cada tarde de toreo.