Los springbreakers estadounidenses no son los únicos que llevan sus vacaciones escolares al extremo. Un grupo de cerca de 800 estudiantes portugueses que celebraban el fin de su curso escolar ha causado numerosos desperfectos en un hotel en Torremolinos, Málaga.

Los propietarios del Hotel Pueblo Camino Real descubrieron los destrozos después de que los incivilizados huéspedes abandonasen el establecimiento. 

La policía ha valorado los daños en “miles de euros”: azulejos destrozados, colchones tirados por las ventanas, extintores vaciados en el interior del hotel o televisiones en bañeras conforman la imagen que los dueños encontraron de este alojamiento en primera línea de playa.