Uno de los principales objetivos de políticos y de empresarios turísticos es lograr que España se convierta en un destino que atraiga a un turista con mayor poder adquisitivo que realice un alto gasto durante sus vacaciones, dejando atrás el modelo habitual de ‘sol y playa’. Para ello, casi todas las esperanzas están puestas en el mercado chino y ruso, sin embargo, pocos miran hacia el Golfo Pérsico.

Y es que, tal y como explica La Información, España no es capaz de atraer ni de responder a las expectativas del turista de lujo procedente de los países que conforman el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (GCC), es decir, de Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar.

A excepción de Puerto Banús (Málaga), donde veranea la familia real saudita, no hay destinos en España que ofrezcan los productos de lujo y el servicio que buscan estos viajeros que realizan un mayor gasto en compras en destinos competidores como Reino Unido (acaparan el 26% del total), Alemania (9%) y Francia (5%), según el operador de 'tax free' Global Blue.

Luis Llorca, director en España de esta entidad encargada de gestionar la devolución del IVA a extranjeros, explica a La Información que el país no está posicionada como destino de compras para ellos: “No sabemos tratarles. España no está a la altura de su expectativa del lujo”. Y es que son actualmente los chinos (35% del total de gasto), los argentinos (7%) y los rusos (7%) los que visitan nuestro país para ir de compras.

Además de la falta de tiendas reconocidas como pueden ser los grandes almacenes Harrod's, en Londres, o las Galerías Lafayette, en París, Llorca cree que el mayor problema de España es que no existe una preparación para atender a turistas que buscan productos por encima de los 4.000 euros y que, por tanto, esperan una atención cuidada y adaptada a su cultura. Al no cumplir con estos requisitos, España "para ellos ni tan siquiera existe como destino turístico".

Tal y como explica Llorca, estos turistas del Golfo se caracterizan, además, por buscar destinos que sean seguros, ofrezcan discreción financiera y tranquilidad y dispongan de un buen sistema sanitario. Y es que estas peticiones son comprensibles si se tiene en cuenta que pueden llegar a gastar de media 100.000 euros por cada transacción . Según datos de Global Blue, solo el 2% de estos viajeros gastan 40.000 euros cada vez que van de compras a Europa, mientras que los chinos invierten una media de 2.500 euros en sus compras en España.

Lo más negativo, según Llorca es que “no hay visos de que vaya a venir a corto/medio plazo porque no hay una estrategia puesta en marcha desde el Gobierno para atraerles".