Los aviones no tripulados capaces de trasladar pasajeros están cada día más cerca de comenzar a operar.

Ya no son sólo compañías como Airbus con su proyecto Vahana y otras compañías privadas que quieren diseñar sus propios drones con pasajeros, sino que la NASA se ha puesto manos a la obra para permitir que los coches despeguen las ruedas del suelo.

“En la NASA no solo trabajamos en proyectos espaciales, también desarrollamos todo tipo de tecnología futurista: robótica, biología, nuevos materiales, aeronáutica o realidad virtual”, señala Vanesa Gómez González, ingeniera informática española que trabaja en la agencia estadounidense.

Unos de los principales proyectos en los que está trabajando es el desarrollo de drones unipersonales que sobrevolarán las ciudades y que sean capaces de evitar accidentes de forma automatizada. Un futuro próximo en el que millones de vehículos vuelen las ciudades sin control y sin necesidad de conductor pone en peligro el trabajo actual de taxistas y controladores aéreos.

Algo en lo que coincide Gómez: “Nuestros sistemas actuales con controladores aéreos gestionando las rutas funcionan bastante bien, pero en el momento en el que haya alta densidad de vehículos no será posible hacerlo manualmente y habrá que utilizar sistemas automáticos”.

Entre las opciones que se están analizando desde la agencia espacial de EE.UU. se encuentra programar los vehículos para que tracen rutas establecidas, como las que actualmente siguen los aviones, o darles total libertad.