La Xunta de Galicia aprobará, en el primer trimestre de 2020, una normativa que obliga a los restaurantes a disponer de táperes suficientes, que no sean de plástico, para los comensales que deseen llevarse la comida sobrante a casa. Una medida que no termina de convencer al sector de la restauración.

Según ha informado Faro de Vigo, la Lei de residuos e solos contaminados que prepara la Xunta establece como prioridad eliminar los plásticos, en especial los de un solo uso, de la vida cotidiana, debido a su impacto contaminante. Por ello, obligará a los restaurantes a contar con recipientes que no sean de este material, por lo que podrían ser más caros.

A este respecto, el presidente de la asociación de hosteleros de Pontevedra, César Ballesteros, manifestó: "Solo se me ocurren dos opciones: que el cliente traiga el envase de casa o que pague el envase”. "Si lo hacen las grandes superficies con las bolsas de plástico, ¿por qué no nosotros con esto?", añadió

Ballesteros puntualizó que el sector se posicionará en contra de la medida, que saldrá a exposición pública próximamente, si “obliga al empresario a hacerse cargo del coste del envase”. Aunque en la actualidad los recipientes que más se utilizan son de papel aluminio o cartón, el presidente de la patronal ha expuesto sus dudas con respecto a las comidas líquidas: “¿Qué haremos si sobra sopa de un cocido? Si no podemos usar plástico y necesitamos un envase hermético, las alternativas son que la gente lo traiga de casa o vendérselo a un precio ajustado”. 

La medida de la Xunta, a su vez, tiene como objetivo reducir la cantidad de comida en buen estado que se tira a la basura y que en Galicia ronda las 3.100 toneladas al año, tan solo en el sector de la restauración.