A la nueva normativa que limitará a dos rutas la circulación de vehículos de movilidad personal en Ciutat Vella, en Barcelona, ya le han salido detractores. 

Los conductores de ‘rickshaw’, vehículo turísticos de tres ruedas tirados por una persona en bicicleta’ presentarán alegaciones al considerar que se regula a todos los VMP por igual cuando su uso y circulación es muy variada: “Estamos frustrados porque siempre nos pongan en el mismo saco”. La nueva legislación también incluye a segways, patinetes eléctricos y vehículos ligeros que transportan a pasajeros.

El asunto se abordó en una reunión que acogió a cerca de 200 conductores de ‘rickshaw’ y propietarios de unos 120 vehículos de los 150 que circulan por Barcelona. No se descartan manifestaciones. 

El colectivo defiende que de llevarse a cabo limitaciones, estas deberían ser por horarios para reducir la saturación, pero que se debe permitir la circulación en horas de poca concurrencia, incluso por la noche, sin restringirlos a determinadas rutas.

Argumentan que el uso de estos vehículos en horario nocturno genera beneficios en muchas zonas, como puede ser el frente marítimo, porque transportan a turistas que se desplazan a la zona de ocio del Port Olímpic y evitan que estos generen ruido.