La conselleria de Turismo ha comenzado con las inspecciones que pretenden acabar con el turismo de borrachera en la Platja de la Palma. Ya se están investigando las excursiones etílicas que se organizaron en la zona el mes pasado y las multas, según Biel Barceló, vicepresidente del Govern y responsable de la conselleria, podrían llegar hasta los 40.000 euros. Barceló ha subrayado que "las inspecciones se realizarán durante todo el verano" y ha comentado que aunque a algunos turoperadores, establecimientos de ocio y hoteles "les va bien esta situación", el objetivo de la conselleria es acabar con las excursiones etílicas y apostar por un turismo con más futuro para la zona. Francesc Marín, el presidente de la asociación hotelera con la que Barceló se ha reunido para pedir ayuda en esta lucha, se ha mostrado más escéptico. Opina que muchos seguirán promocionando este tipo de turismo porque da dinero y cree que "la rueda continuará" y será tarea difícil frenarla