Las viviendas vacacionales de Alicante se muestran esperanzadas de cara al desconfinamiento y es que las cifras de cancelaciones de reservas de cara al verano no han sufrido un gran incremento.

Según destaca para Alicante Plaza el CEO de la plataforma de alquiler vacacional Sonneil RentalsDavid García Gea, apuntó que las "cancelaciones apenas están un 10% por encima de lo normal en estos momentos". Estas dependen, sin embargo, de la nacionalidad del turista. "Si son de países con medidas muy restrictivas, sí anulan la reserva. Por ejemplo, el cliente ruso está cancelando. El de Francia o Italia no, porque aún tiene la esperanza de poder venir", incidió. 

En este punto, indicó que las cancelaciones a corto plazo sí son más numerosas. Por ejemplo, para mayo se sitúan en un 40-50%, mientras que "a partir de junio el índice de cancelaciones es de solo el 10%". A este respecto también se mostró cauteloso, ya que los usuarios suelen cancelar cuando se acerca la fecha de la reserva. "El comportamiento en los próximos meses tendrá mucho que ver con la contención del miedo", concluyó.

El CEO de la consultora M&D Management, especializada en rentabilizar activos inmobiliarios, Héctor Domenech, coincidió con el análisis expuesto por García. "Es verdad que nos están cancelando muchos clientes rusos, pero el resto de países de Europa mantienen el nivel de reservas, y también el cliente nacional", señaló. 

Unas condiciones muy favorables

Miguel Ángel Sotillos, presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Costa Blanca (Aptur), considera que esta modalidad alojativa cuenta con características favorables de cara a la vuelta a la actividad: "Es privado, seguro, fácil de limpiar... Estamos trabajando con Sanidad en protocolos de limpieza estandarizados para dar garantías reforzadas".

Según ha informado alicanteplaza, desde el sector defienden que existe cierto interés por las viviendas unifamiliares y villas, donde los turistas se alojan de forma individual sin tener contacto con otros visitantes. Pese a ello, Sotillos explica que "están entrando pocas reservas porque la gente tiene miedo y no sabe si podrá viajar". Tal es así, que los nuevos clientes se decantan por fechas a partir de agosto, octubre e incluso para finales de año, y no para junio o julio.