El Gobierno de Canarias, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana (Maspalomas) trabajarán en conjunto para conseguir que los residentes en resorts o complejos vacacionales se trasladen progresivamente a otras zonas no turísticas. En las áreas turísticas del sur de la isla es habitual la compatibilización del uso residencial y el turístico de los inmuebles, un fenómeno conocido como "residencialización". Desde las autoridades grancanarias creen que los huéspedes de estos alojamientos no buscan este tipo de convivencia y que el uso residencial de camas turísticas provoca una degradación del destino.

Por ello, el vicepresidente del Gobierno autonómico, Pedro Rodríguez ha asegurado que está preocupado por el problema, que considera uno de los “retos más complejos que se van a afrontar en la región, aunque reconoce que es una situación que existe desde hace muchos años y que requerirá de conciliación de derechos de todas las partes. 

Las zonas turísticas son “la joya de la corona”, explica Rodríguez, por lo que “el equilibrio debe ser la palabra clave” para la resolución del conflicto que afecta a aproximadamente 70.000 residentes en todo el archipiélago canario.