El éxodo de grandes multinacionales y marcas de dimensión global fuera de Rusia está siendo uno de los principales signos del rechazo a la invasión militar en Ucrania. En el caso de McDonald’s, la dimensión de su abandono de operaciones en territorio ruso es aún más significativo si cabe, dado que fue el símbolo de la apertura del régimen comunista soviético al capitalismo, con la inauguración de su primer restaurante en la Plaza Pushkin de Moscú en 1990, cuando la URSS agonizaba.

De esta manera, la multinacional norteamericana de comida rápida cierra temporalmente sus 850 locales y suspende sus operaciones en la Federación de Rusia, al igual que otras reconocidas multinacionales alimentarias estadounidenses como Coca-Cola, Pepsi o Starbucks.

Según recoge Informalia, McDonald's ha manifestado que no puede "ignorar el innecesario sufrimiento causado a Ucrania" y por ello clausura todas sus operaciones. Sin embargo, ha precisado que todos los empleados seguirán percibiendo sus salarios.