Con los diferentes países reduciendo las restricciones por el Covid-19, en una clara tendencia hacia la convivencia con el virus, los ciudadanos vuelven a mostrar confianza en los viajes. Sin embargo, los viajeros esperan que los precios sean los mismos que en 2020, sin tener en cuenta la inflación.

“Los clientes se han quedado atrapados en un túnel del tiempo en relación con los precios”, asegura Sharon Thompson, propietaria de la agencia de viajes norirlandesa Thompson Travel, en declaraciones a Travel Weekly.

Thompson explica que ahora la mayor parte de las agencias de viaje afrontan grandes deudas. Sin embargo, advierte a otros profesionales de la industria que deben encontrar un equilibrio, ya que algunos clientes aún se muestran reticentes a pagar precios altos en estos tiempos de incertidumbre, por lo que “no deben presionar demasiado a los viajeros”.



 

No obstante, la agente de viajes considera que los gobiernos deben asumir su responsabilidad con las empresas por las fuertes restricciones que han impuesto a los viajes y actuar. Thompson agradece las ayudas concedidas hasta ahora, pero recuerda que la industria turística “aún está luchando” por recuperarse.