El Fondo Fiduciario de Viajes de la Autoridad de Aviación Civil de Reino Unido (CAA por sus siglas en inglés) quedó prácticamente agotado tras la desaparición de Thomas Cook, cuando tuvo que destinar 481 millones de libras esterlinas a la repatriación de pasajeros y a los reembolsos. Así lo manifestó la propia entidad para justificar que quizás no cuente con el dinero suficiente para hacer frente a futuras quiebras. 

El anuncio de la CAA se efectúa en medio de la crisis del coronavirus, que está teniendo un especial impacto en el turismo, ya que ha obligado a muchas empresas del sector a paralizar su actividad y a poner en marcha Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTEs). 

Pese a ello, tal y como informa TravelMole, la Autoridad de Aviación Civil quiso lanzar un mensaje tranquilizador, y es que el fondo está respaldado por un préstamo del gobierno británico, por lo que podrá solicitar un préstamo en el caso de que una empresa quiebre. Eso sí, el dinero tendría que ser devuelto, posiblemente a través de un nuevo impuesto a la industria.

Más gastos por el colapso de Cook

El ejecutivo británico también invirtió 83 millones de libras para la organización de vuelos de rescate, que trajeron de vuelta a casa a 83.000 clientes del gigante turístico que carecían del seguro ATOL (certificado británico cuyo fondo de indemnización ampara a los consumidores en caso de quiebra de los touroperadores o las aerolíneas), de acuerdo con la Oficina Nacional de Auditoría (NAO). 

Al mismo tiempo, se destinaron 58 millones a cubrir los despidos y pagos relacionados, mientras que la liquidación de la compañía costó 15 millones. No obstante, la NAO señaló que se desconoce el coste exacto del colapso de Cook, debido a que algunas facturas de la repatriación no han sido presentadas. 

Ante la falta de fondos de la CAA, el sindicato de trabajadores Unite recriminó que el gasto efectuado por la desaparición de Thomas Cook se podría haber evitado si el gobierno hubiera apoyado al grupo turístico.