El exjugador estrella del FC Barcelona y actual delantero del Paris Saint Germain, Leo Messi, se podría encontrar con un serio problema que atañe al hotel MiM Sitges (Barcelona) que compró en 2017 por 30 millones de euros, ya que sobre el inmueble pesa una sentencia urbanística que podría acabar con su demolición.

El empresario Francisco Sánchez Rodríguez, anterior dueño del establecimiento, conocía la existencia de un expediente urbanístico abierto por el Ayuntamiento de Sitges que obligaba a demoler los balcones del hotel, ya que incumplían la normativa urbanística por sus excesivas dimensiones —sobresalen hasta 2 metros de la fachada—.

Sin embargo, según las explicaciones de Sánchez Rodríguez, los balcones están construidos de forma integrada con la propia estructura del edificio, por lo que para derribarlos habría que demoler todo el inmueble.
 


Esta es el principal escoyo al que se enfrentará Messi, que tendrá que litigar con el consistorio de la ciudad para valorar técnicamente cuál es la manera de dar cumplimiento a la sentencia de derribo de los balcones, teniendo en cuenta los riesgos que podría acarrear para la estructura del edificio.

MiM Hotels —hotelera impulsada por Messi— cuenta con alojamientos repartidos entre Baqueira Beret (Lleida), Ibiza, Palma (Baleares) y Sitges (Barcelona), en España; así como otro establecimiento en Andorra.