El alquiler vacacional genera millones de euros y Hacienda no quiere dejar pasar la oportunidad de recaudar. Por ello, cada vez son más numerosas las inspecciones sobre los inmuebles para comprobar si se está haciendo un uso turístico de los mismos.

De hecho, Hacienda está siendo bastante inflexible imponiendo duras sanciones a los propietarios que no declaran los rendimientos obtenidos por esta actividad.

No obstante, la Agencia Tributaria no realiza pesquisas respecto a si esas viviendas tienen o no la licencia oportuna para operar como alojamiento turístico. Así, la legalidad de estos apartamentos vacacionales es totalmente ignorada por la administración pública.