Hace apenas una semana, el sector turístico del estado mexicano de Tamaulipas se mostraba muy optimista ante las previsiones que estimaban la llegada de 750.000 visitantes durante la Semana Santa. Asimismo, otras zonas turísticas mexicanas también esperaban buenos resultados para la Pascua. Sin embargo, los expertos alertan de que este estímulo para la economía mexicana podría resultar perjudicial a medio y largo plazo debido a que no se están siguiendo las recomendaciones sanitarias en las zonas turísticas.

Tanto en los estados de Tamaulipas y Veracruz, orientados hacia el Golfo de México, como en Oaxaca, estado de vertiente pacífica, las playas y zonas turísticas se encuentran abarrotadas de personas, pero la gran mayoría se han olvidado del uso de mascarillas y el mantenimiento de la distancia social.
 


Situación similar se vive en Cancún (Riviera Maya), donde además “la vida nocturna es plena”, según ha declarado Armando Bojorquez, presidente de Viajes Bojorquez y de la Asociación para la Cultura y el Turismo de América Latina, al diario Caribbean News Digital. La ocupación hotelera para esta Semana Santa en Cancún es del 90%, a pesar de que se ha estipulado un máximo del 60% a nivel nacional.

Bojorquez recuerda lo sucedido en Acapulco (Guerrero) el año pasado, “que tras una reapertura precipitada se vio obligada a cerrar nuevamente” debido al ascenso de los contagios. Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Raúl Iracheta Montoya, ha afirmado que de las fiestas navideñas —cuando se produjo un repunte de casos de Covid— “no se ha aprendido nada” y, además, ha señalado que “en Acapulco hay un total relajamiento de las medidas sanitarias”.

Mientras, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (CDMX) está registrando números de pasajeros similares al tráfico de 2019.