Mallorca se prepara para un fenómeno astronómico —y turístico— único. El eclipse total de Sol, previsto para el 12 de agosto de 2026, ya ha disparado las reservas en hoteles de lujo de la isla, con establecimientos de cinco estrellas que anuncian plena ocupación para esas fechas. El caso más llamativo es el de un grupo de 150 astrónomos italianos que han bloqueado habitaciones por valor de 2 millones de euros.
La expectación es mundial, pero Baleares se convertirá en uno de los mejores escenarios para contemplar el eclipse. Según la Fundació d’Astronomia i Astronàutica de Mallorca, la visión será “espectacular”: total a las 20.30 horas, coincidiendo con la puesta de sol sobre el horizonte marino. El fenómeno se iniciará a las 19.00 y se prolongará hasta las 21.25 horas, con la costa occidental de la isla como punto privilegiado.
El Govern ya estudia medidas para gestionar el impacto del evento, que tendrá lugar en plena temporada alta. Se prevé lanzar campañas de concienciación sobre la protección ocular y, al mismo tiempo, planificar restricciones de tráfico en zonas críticas de la Serra de Tramuntana, la bahía de Palma y la costa de Llucmajor para evitar atascos masivos.
La posibilidad de que puertos, calas y miradores se llenen de residentes y turistas, así como la previsión de numerosas embarcaciones saliendo al mar, obliga a diseñar un dispositivo especial de movilidad y seguridad. La experiencia de los últimos veranos, en los que incluso un día nublado ha provocado colapsos kilométricos en carreteras como la de Sóller, sirve de precedente.
Aunque el sol y la playa han sido históricamente los grandes reclamos de Baleares, el eclipse de 2026 añade un atractivo inédito a la oferta turística de la isla. No será solo una cita con el cielo, sino también un reto logístico para garantizar que el espectáculo astronómico brille sin eclipsar la convivencia.