Vladimir Putin firmó el pasado 30 de junio el permiso para que se establezcan de nuevo vuelos directos entre Rusia y Turquía, lo que ha sido recibido con gran satisfacción por los turoperadores turcos. El presidente ruso responde así a la petición del presidente turco Recep Tayyip Erdogan. El sector turístico del país ha sufrido mucho debido a la crisis del mercado ruso, por lo que esto ha supuesto un rayo de esperanza para los organizadores. Hüseyin Baraner, presidente del consejo europeo del turismo turco, ha destacado que Turquía está preparado para recibir a los visitantes rusos este verano y que sólo esperaban a la aprobación de Moscú. Ha querido subrayar también que ningún hotel ha retirado durante este tiempo la bandera rusa, en señal de respeto. El diario turco Hürriyet señala que ahora dependerá de la burocracia rusa, concretamente de la rápidez con la que reactiven el turismo hacia Turquía, que el sector turístico turco pueda salvar la temporada de verano