Tailandia quiere dejar de ser un destino relacionado con al turismo sexual, una etiqueta que le acompaña desde hace tiempo y de la que pretende desligarse mediante una nueva estrategia.

Según recoge el diario ‘El Confidencial’, todas las acciones realizadas por el órgano de promoción turística se están enfocando en atraer a dos nichos de mercado: los visitantes interesados en la cultura y las mujeres. Una de ellas es la declaración del ‘Amazing Thailand Tourism Year’ en 2018, con ella se quiere poner en valor la gastronomía y el turismo rural. A su vez, desde hace dos años, está activo ‘Women’s Journey’ que ofrece rutas y descuentos especiales a mujeres. También se está potenciando el turismo alternativo, local y sostenible.

Por el momento, y según afirma el gobierno tailandés, ya han conseguido resultados puesto que en 2016 las mujeres ya supusieron el 52% del total de turistas que visitan el país, frente al 42% de 2012.

La tarea será ardua puesto que ciudades como Bangkok o Pattaya están pobladas de numerosos clubs de alterne que resultan especialmente atractivos entre los visitantes. Se estima que la industria da trabajo a cerca de 250.000 personas y generó 6.400 millones de dólares en 2015, según datos de Havoscope.

No obstante, las autoridades siempre han defendido que estos establecimientos no acogen prostitución, una actividad prohibida en el país.

Estas nuevas medidas pueden haber estado motivadas por las declaraciones de Hamat Bah, ministro de Turismo de Gambia que recomendó a los turistas interesados en sexo olvidar el país africano y poner rumbo a Tailandia.