El turismo en Nicaragua está sufriendo los efectos de la crisis política que asola el país desde hace seis meses y que ya ha generado la pérdida de 347.000 empleos. De estos, unos 60.000 corresponden al sector turístico, uno de los motores económicos de Nicaragua, según datos de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).

Tal y como ha informado El País, los expertos ya han advertido de que la nación ha entrado en recesión, por lo que se corre el riesgo de que la pobreza se multiplique. En este sentido, la ciudad de Granada es una de las joyas turísticas de Nicaragua, sin embargo sus calles, donde imperan las casas coloniales, bares o parques, reclamos turísticos por excelencia, están desérticos.

El principal motivo es el repunte de violencia que ha tenido lugar en el país. De hecho, la Cámara de Turismo anunció que Nicaragua ha dejado de acoger a 600.000 turistas, ya que todavía no se han suspendido las alertas de viaje internacional. Este acontecimiento ha provocado que el sector turístico acumule pérdidas económicas superiores a los 400 millones de dólares. 

Incluso, el 80% de los pequeños hoteles del país han tenido que echar el cierre, mientras que el 83% de las empresas relacionadas con el turismo han reducido sus operaciones. Las esperanzas puestas en el turismo interior también son escasas, debido a que la tasa de desempleo y el nivel de pobreza ha aumentado. En la actualidad el 41% de los nicaragüenses viven en condiciones de pobreza, cifra que puede superar el 46%.