Argentina cerrará el año como el séptimo país de mayor crecimiento del turismo receptivo: del 9,1%. Le preceden Corea del Sur, Túnez, Turquía, Taiwán, Arabia Saudí y Filipinas.

Según ha informado ámbito.com, la devaluación de la moneda argentina en el último año y medio ha motivado la llegada de turistas, debido a la ventaja en el cambio. Sin embargo, este crecimiento también es fruto de una serie de políticas, como es la desregulación aérea, que abarató las tarifas, o la aparición de las ‘low-cost’.

Estas medidas, por ejemplo, impulsaron el turismo interior, lo que hizo aumentar la ocupación hotelera con más de 20 millones de viajeros nacionales hospedados. Estos datos se conocieron en la 24ª edición de la Feria Internacional de Turismo de América Latina (FIT), que se celebró del 5 al 8 de octubre en Buenos Aires.

A este respecto, Gustavo Santos, secretario de Turismo de Argentina, manifestó que las “bases de este fenómeno es la mejora en la conectividad, la creación de condiciones con medidas concretas y el desarrollo y mejoramiento de la oferta en general”.

Argentina recibió 4,8 millones de turistas en los ocho primeros meses de este año. El 40% de los mismos llegó al país por avión, así como otro 40% por medios terrestres y el resto por barco. En los últimos cuatro años, además, nueve aerolíneas comenzaron a operar en el país y, las 16 que ya lo hacían, agregaron nuevas rutas. Esto permitió que la oferta de asientos creciera un 29%, hasta alcanzar los 2,1 millones de plaza.

Por último, Santos recordó que la actividad turística “genera 15.000 millones de dólares de ingresos al año”.