Por primera vez desde que fuera construido en el 80 d.C., los subterráneos del Anfiteatro Flavio, más conocido como el Coliseo de Roma (Italia), se abren al público. Se trata de un nuevo reclamo para hacer más atractivo si cabe a un monumento que es visitado cada año por 6 millones de turistas.

Tras una rehabilitación que ha llevado más de dos años —iniciaron en 2018—y una inversión de más de 16 millones de euros, se ha habilitado para los visitantes el acceso al hipogeo, es decir, el espacio bajo la arena en el que los gladiadores se preparaban para el combate en la época del Imperio Romano.

Alfonsina Russo, directora del Parque Arqueológico del Coliseo Romano, ha calificado la obra como “muy complicada”. Un equipo de 81 profesionales (ingenieros, arqueólogos, restauradores, operarios, arquitectos, topógrafos, etc.) dedicó un total de 55.723 horas a la labor, según detalla ilsole24ore.

Además de los subterráneos, también se acometieron intervenciones en la recepción y en la segunda grada. En 2023 está previsto reconstruir la arena.

El Coliseo es un bien inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1980 y considerado una de las siete maravillas del mundo moderno.