Recientemente, el líder de U2, ‘Bono’, ofreció un concierto en el teatro Coliseum de Madrid con una curiosa particularidad: el público tenía que dejar el móvil en una bolsa pequeña que solamente podían coger al final del concierto.

El objetivo, según informa El País, era que el público pudiese disfrutar de la música sin aparatos electrónicos y, por lo tanto, no podía realizar fotos, vídeos o publicar contenido en sus redes sociales.

Esta se podría convertir en la tónica habitual de los eventos como conciertos, obras teatrales, festivales u exposiciones que reúnen a un gran número de participantes. Una de las principales ventajas de esta medida es que el público puede disfrutar más y hace que se centren en la música —en un momento en que las experiencias han ganado un peso importante en la industria vacacional—.

Por otro lado, también puede tener un efecto negativo para un sector turístico, y es que el destino que acoge dicho evento puede perder potencial de promoción al desaparecer el efecto 'boca a boca'.