Turespaña y el Consell d’Eivissa han alcanzado un acuerdo en torno a la protección de los últimos restos arqueológicos hallados este mismo mes de noviembre durante las obras en el entorno del spa del futuro Parador de Turismo, el primer establecimiento de la entidad pública en Baleares.

Esta no es la primera vez que el hallazgo de patrimonio histórico ha impactado, tanto en plazos como en costes, en la construcción de este Parador en el Castillo de Dalt Vila. De hecho, las obras se paralizaron originalmente en 2011. Tras una revisión del proyecto, se puso en marcha de nuevo en 2019, pero se encontraron nuevos vestigios que requirieron un nuevo incremento del presupuesto hasta los 23,6 millones de euros.

En un encuentro mantenido entre el director general de Turespaña, Miguel Sanz, y el presidente del Consell, Vicent Marí, en el que ha participado también el alcalde de Eivissa, Rafael Ruiz, Turespaña ha anticipado una propuesta que pasa por situar la sala de máquinas de la piscina del parador en una ubicación alternativa a la original, de hecho, lo situarán en el lugar propuesto por la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico-artístico (Ciothupa).
 

Foto: Vía Twitter (@CiudadanoCosta)

Foto: Vía Twitter (@CiudadanoCosta)

En vista de la complejidad de la museización, Turespaña estudiará la mejor manera de poner en valor los restos de la muralla aparecida con el fin de garantizar su protección máxima, sin que esto suponga un retraso en los plazos previstos para la apertura del establecimiento.

Sanz ha manifestado que cuando todo esté todo terminado está seguro que “tanto ibicencos como visitantes van a entender la relevancia de esta isla y de esta ciudad como Patrimonio Mundial de la Humanidad”.