“Estamos viendo que está habiendo un consumo de estupefacientes por parte de la juventud que nos asombra”, destaca Juanfi Bautista, empresario de la restauración y del ocio, en una entrevista en exclusiva para Tourinews.  

Aunque reconoce que el consumo de estupefacientes se está convirtiendo en un problema, tanto en las discotecas como en los restaurantes, a Juanfi Bautista no le parece buena idea poner tapas a las copas, iniciativa propuesta por la Asociación Internacional de Ocio Nocturno para evitar la ingesta involuntaria de sustancias en los locales de ocio nocturno. En su lugar, el empresario reivindica una mayor concienciación por parte de los clientes. Por otra parte, Bautista se queja de que se generalice a todo el ocio nocturno e insiste en que la mayoría de las situaciones peligrosas se producen en locales y puntos de encuentros no regulados y “totalmente descontrolados”. 
 

La mayoría de las situaciones peligrosas se producen en locales y puntos de encuentros no regulados y “totalmente descontrolados”

La mayoría de las situaciones peligrosas se producen en locales y puntos de encuentros no regulados y “totalmente descontrolados”

Pregunta (P): ¿Qué negocios gestiona? 

Respuesta (R): Ahora mismo contamos con unos locales muy consolidados, tanto en zonas turísticas como en zonas de ciudad. En Las Palmas de Gran Canaria gestionamos la hostelería del Club Náutico y también tenemos cervecerías, como el Edison y el Bambú, y un pub pequeño llamado McGregor con el que estamos muy contentos. En el sur de Gran Canaria, la zona más turística, estamos trabajando en la mejora de la oferta y la calidad del ocio complementario, que es totalmente necesario. Allí tenemos el Café del Mar, un local híbrido que ofrece servicio de restaurante y también espectáculo y copas, y el restaurante Palocortado, que ha abierto recientemente sus puertas y ha tenido una introducción muy buena en el mercado, tanto entre el público local como el turista. Otra apertura inminente es la del Blue Marlin Ibiza, también en el sur, en el que hemos desarrollado un concepto diferente con la cadena Lopesan, de quienes tenemos un apoyo incondicional.
 

Exquisito plato en Café Del Mar | Foto: Café Del Mar

Exquisito plato en Café Del Mar | Foto: Café Del Mar

P: Últimamente, se está hablando del riesgo de sumisión química en los locales de ocio nocturno. Como experto en el sector, ¿cuáles son los problemas y las posibles soluciones? 

R: Realmente estamos viendo que está habiendo un consumo de estupefacientes por parte de la juventud que nos asombra. Antes, este consumo estaba vinculado solo al ocio nocturno como las discotecas, pero ahora nos estamos dando cuenta de que también se consumen en los mismos restaurantes. Todo esto está ocurriendo y tenemos un problema grave. A mí la única solución que se me ocurre es realizar filtros. Estaban hablando de ponerles tapas a las copas, pero yo creo que la solución está en la concienciación de las personas para que tengan su consumición controlada en todo momento. A una copa no se le puede poner una tapa porque pierde los sabores, sobre todo cuando se trata de copas premium, que son bebidas aromatizadas que hay que dejar que se oxigenen, como ocurre con el vino, el champán o el cava. Otra cosa que podríamos hacer es desarrollar la distribución del local y de su espacio de forma que haya atraques para las copas, donde la gente las pueda apoyar y tenerlas controladas. Eso lo aprendí en Andalucía, donde los chiringuitos trabajan mucho con mesas altas alargadas, en lugar de redondas, y funcionan muy bien porque sirven para grupos de personas. Esa es una solución que se me ocurre a priori, pero lo importante es la concienciación de las personas a la hora de beber y también de no ser tan irresponsables de drogar a otras personas.  

Juanfi Bautista, empresario de la restauración y del ocio

Juanfi Bautista, empresario de la restauración y del ocio (1)

 

"Existen unas normas superestrictas para los locales regulados, pero luego no se regula ese ocio que se da por fuera y es totalmente descontrolado"


P: ¿Es habitual encontrarse con casos de sumisión química en los locales de ocio? 

R: En nuestros locales nos hemos encontrado uno y fue hace mucho tiempo, pero somos conscientes de que en zonas turísticas se han producido robos después de que esa persona fuera drogada involuntariamente. Por otra parte, nosotros también tenemos una empresa de eventos y ahora estamos trabajando en el montaje de toda la zona de chiringuitos del Carnaval de Maspalomas. Ahí sí notamos que hay unos mayores estados de embriaguez y nos preocupa realmente la situación porque estamos hablando de un público menor. Entonces, no sabemos muy bien qué desarrollar para evitar esas situaciones.  

P: Y cuando sucede algo, ¿se culpa al empresario? 

R: Evidentemente, ocurre de todo. Nosotros en todo momento cumplimos con la normativa, que nos exige tener personal de seguridad suficiente. En caso de que una persona nos venga a culpar de que en su bebida había alguna sustancia estupefaciente, nosotros no tenemos por qué responsabilizarnos de ello. Y aquí nuevamente es crucial la concienciación. Por ejemplo, en las zonas donde hay vecinos, ponemos carteles para indicar a los clientes que, por favor, tengan un ocio responsable para respetar el descanso de los vecinos. Pues también podríamos poner carteles donde pidiéramos a los clientes que tengan sus copas controladas en todo momento. Es la única manera de que los clientes puedan salvaguardar su integridad.  

 

 

P: ¿Es fundamental el papel del personal de seguridad para evitar situaciones desagradables? 

R: Claro. Son personas que están cualificadas para atender cualquier desgracia y saben cómo proceder en cualquier momento. Junto a ellos diseñamos un protocolo de seguridad y un plan de acción específico para todos nuestros locales. Ellos tienen la formación adecuada para que no tengamos problemas.  

P: ¿Cuál es el talón de Aquiles del ocio? 

R: Pues que existen unas normas superestrictas para los locales regulados, pero luego no se regula ese ocio que se da por fuera y es totalmente descontrolado. Por ejemplo, durante el COVID, garantizamos los distanciamientos y cumplimos con toda la normativa y las restricciones, pero luego daba igual que la gente se viera en playas u otros puntos de encuentro e hicieran botellones totalmente descontrolados. Entonces, por más que lo hagamos mejor que bien, siempre seremos el punto de mira de absolutamente todas las desgracias que ocurren. Los profesionales que nos dedicamos al ocio y cumplimos las normas no somos los responsables del incivismo que hay por parte de la gente joven. Ahí es donde está el problema.