La feria turística ITB reunirá en Berlín, del 7 al 9 de marzo a los principales actores turísticos europeos y mundiales, una cita a la que acudirá el grupo español Lopesan. José Alba, director general de su división hotelera, cree que el encuentro llega en un momento en que los profesionales están cambiando "la ansiedad por la ilusión" y en el que la industria vacacional ha demostrado "una robustez y una resiliencia que está a prueba de bombas y de pandemias".

En entrevista a Tourinews, el directivo subraya que la situación para el verano es "un puzle difícil de componer", porque todavía no cuentan con la suficiente información y porque son muchas las incertidumbres que acechan, desde la situación macroeconómica a los movimientos de destinos competidores que quieren "recuperar sus cuotas anteriores".

Pregunta (P): Recientemente, ha asumido la dirección de la división hotelera de Lopesan. Debe ser todo un reto.

Respuesta (R): De alguna manera, y sin cortarme las alas con lo que digo porque soy muy joven, para mí es un colofón a una vida de esfuerzo y de mucho sacrificio, tanto en esta empresa como en mi vida laboral en general. No podría pensar en un broche de oro mejor que formar parte de esta gran familia y, además, en una posición tan relevante que significa mucho en cuanto a la confianza que han depositado en mí. Así que estoy muy contento, orgulloso y muy agradecido a la familia Lopesan y, más específicamente a los consejeros delegados de la cadena.

P: Ahora que asume la máxima responsabilidad de la compañía, ¿puede explicar sucintamente qué es Grupo Lopesan?

R: Lopesan ha pasado de ser una constructora fantástica allá cuando se fundó por los años 70, a ser la empresa de capital canario más prolífera y más grande. En ella se incluye la división hotelera, a la que yo tengo adscrita mi responsabilidad. Factura en torno a los 500 millones de euros y cuenta con 23 hoteles repartidos en Canarias —donde tenemos nuestro foco más importante de negocio—, República Dominicana, Alemania, Austria y Tailandia. Así que podemos decir bien orgullosos que ya tenemos presencia en tres continentes y, qué duda cabe, que ha sido fruto del esfuerzo y del trabajo de un visionario como el presidente de esta compañía y de sus hijos, los consejeros delegados, que han seguido ese legado con tanta responsabilidad y visión.

P: ¿Cuáles son los planes de futuro?

R: Sin ninguna duda, la hotelera tiene una vocación de futuro de seguir creciendo no solo en el entorno local, sino en el internacional. De hecho, ya tenemos los proyectos aprobados para dar el siguiente paso e iniciar la fase 2 en nuestro resort en Bávaro-Punta Cana (República Dominicana) y empezar la construcción lo antes posible de otras 1.200 habitaciones adicionales. Esto sin pasar por alto los proyectos de Gran Canaria, donde estamos deseosos de obtener la licencia final y hay casi otras 2.500 habitaciones posibles para construir en los terrenos urbanizables. También está la parte de la gestora Lopesan Hotel Management (LHM), con muchísimos proyectos en la cartera. Así que muy ilusionados y con un proyecto superambicisioso.
 

ELopesan Costa Bávaro Resort Spa & Casino, en Punta Cana (R. Dominicana).

El hotel ya existente Lopesan Costa Bávaro Resort Spa & Casino, en Punta Cana (R. Dominicana)
 

P: ITB no se celebraba de forma presencial desde 2019, ¿hay euforia o ansiedad?

R: Yo creo que ilusión es la palabra que mejor lo define, porque todos los profesionales del sector turístico vamos hemos vivido con ansiedad los últimos tres años, pero creo que ahora empezamos a cambiar la ansiedad por la ilusión de volver a ver a nuestros compañeros; de haber constatado que ni una ni mil pandemias van a destruir lo que creemos que es una de las experiencias más importantes de la vida de las personas que es compartir con sus seres queridos los momentos como las vacaciones. Ver que este sector y esta industria tiene una robustez y una resiliencia que está a prueba de bombas, de pandemias, de terrorismo y de cualquier otro elemento que se ponga por delante.

P: ¿Con quién mantendrá reuniones durante la feria?

R: Con todos los operadores; bueno, los que han podido subsistir porque, si bien creo que el turismo es eterno, los players han ido e irán cambiando, mutando y dinamizándose. Ahora se han cambiado muchos estrechamientos de mano con touroperadores tradicionales por otros online o proveedores tecnológicos que te dan soluciones con las que llegas al mismo cliente alemán, pero de otra manera. Han cambiado un poco las caras y han cambiado los modelos de negocio, pero los tradicionales y los grandes touroperadores siguen ahí, excepto Thomas Cook. Sin duda veremos a muchos conocidos, pero también hay mucha gente joven liderando muchas startups tecnológicas que ahora son nuevos players a tener muy en consideración.

P: ¿Qué busca ahora una hotelera en una feria: más, mejores o diferentes clientes?

R: Estamos buscando esas tres grandes segmentaciones que mencionas. Buscamos un mejor cliente, porque estamos muy involucrados en el cambio del destino turístico de Meloneras (San Bartoolomé de Tirajana, Gran Canaria) con el proyecto ‘Meloneras Majestic Mile’, enfocados no tanto en traer más clientes sino en que sea de más calidad y, por eso, estamos cambiando la oferta tanto hotelera como complementaria. Estamos buscando más clientes, porque abrimos nuevos destinos y tenemos en ciernes una serie de proyectos que van a aportar más volumen en los emplazamientos en los que tenemos presencia. Y necesitamos diferentes clientes porque, evidentemente, el comportamiento del consumidor está cambiando muy rápidamente, y ahí sí que la pandemia ha sido un acelerador, y ahora tenemos que buscar un cliente que es diferente al que dejamos antes de la pandemia: tiene otro comportamiento, otra forma de ver su vida, vacaciones más cortas…, pero que busca más personalización del servicio.
 

Lopesan Villa del Conde exterior Foto www.lopesan.com

Lopesan Villa del Conde exterior Foto www.lopesan.com
 

P: ¿Cuáles son las perspectivas de negocio con respecto al verano 2023?

R: Es muy difícil tener una visión clara porque estamos en un cambio de ciclo tan importante que tener claridad sobre lo que está ocurriendo es muy difícil. El Lead time se está recortando muchísimo por lo cual no tenemos certeza de lo que va a ocurrir hasta muy última hora, esto está ocurriendo incluso en el invierno. No se prevé un verano malo, pero hay muchas incertidumbres a nivel macroeconómico que generan incertidumbre. No sabemos hasta dónde va a llegar el efecto de la inflación sobre los bolsillos de la clase media europea, hasta dónde va a llegar la escalada bélica en el conflicto ruso-ucraniano y qué va a ocurrir tras el juego de sillas entre los destinos turísticos que tienen mucho afán de recuperar sus cuotas anteriores como Turquía o Egipto. Va a ser un puzle difícil de componer y todavía no tenemos suficiente visión para saber cómo acabará, pero si nos vamos al resultado genérico creo que va a ser un buen verano.

P: ¿Cómo están encajando los touroperadores los aumentos de tarifas?

R: Los touroperadores ahora mismo tienen una posición bastante distinta a la que tenían antes con respecto al proceso negociador, porque entienden que son un componente fundamental, pero lo que hacen es poner un producto en el mercado a un precio determinado y entienden que la inflación está impactando en todos los puntos de su cadena de valor. Están viendo, lamentablemente de manera pasiva porque no pueden hacerlo de otra manera, que tanto las tarifas aéreas como las hoteleras estamos aumentando precios de todos los servicios y productos que vendemos, para adaptarnos a las nuevas circunstancias que son absolutamente incontroladas y que, de alguna manera, tenemos que repercutirlos en el cliente. Ellos también en parte lo hacen, con sus márgenes, pero en algunas ocasiones no llegan a poder repercutir tanto en el margen y no me cabe duda de que algunos sufrirán, es indiscutible. Se quejan, como es lógico y como también nos quejamos nosotros cada mes con el precio del aceite o de la gasolina o cuando nos cuentan que ya no tenemos tanta disponibilidad de personal como teníamos antes en Alemania. Son circunstancias muy excepcionales y hay que encajarlas y gestionarlas.