El modelo de explotación de las playas en Italia es todo un negocio que repercute en el bañista un alto costo solamente por acceder a la arena —copada por todo tipo de hamacas, camas balinesas y sombrillas— o darse un baño. Si se echa un vistazo a la mayor parte del litoral italiano en Google Maps, la vista ofrecerá un paisaje salpicado de puntitos y rectángulos en la arena, sin casi observarse espacios diáfanos y libres en los que colocar una simple toalla sobre, ya que prácticamente todo está zonificado.  

En el país transalpino, las playas no son lugares públicos, como ocurre en España, sino que se rigen por un modelo semiprivado por el que los ayuntamientos otorgan concesiones y alquilan parcelas a hoteles y empresas de chiringuitos y beach clubs para su explotación. Por tanto, en muchos puntos de la costa es obligatorio el pago de una tasa por acceder a la playa y, además, por un servicio de hamaca y sombrilla, dado que de lo contrario no se encontraría sitio alguno para tumbarse y tomar el sol. 

Vista del 'beach club' Ultima Spiaggia en la costa de la Toscana (Italia) | Foto: Tourinews

Vista del 'beach club' Ultima Spiaggia en la costa de la Toscana (Italia) | Foto: Tourinews

Según una estimación realizada por la federación para la defensa de los usuarios y consumidores Codacons, 110 euros es el gasto medio que tendría que desembolsar una familia con dos hijos por pasar un día de playa en la Toscana

Según los cálculos de Codacons, el alquiler de una sombrilla y dos tumbonas cuesta de media entre 30 y 35 euros. Si a esto se le suma el almuerzo, el coste del aparcamiento de un vehículo y el combustible empleado en el desplazamiento, el coste de un cómodo día de playa supera los 110 euros, un 13% más caro respecto al año pasado

El informe detalla que las tarifas para el alquiler de tumbonas y sombrillas se ha incrementado entre un 15 y un 25% en el litoral toscano, al igual que las bebidas y aperitivos en los balnearios y beach clubs. El más caro en la actualidad es Twiga Beach Club, localizado en el arenal de Forte dei Marmi, en el que durante el mes de agosto una familia podría llegar a desembolsar 600 euros por servicio con carpa árabe y sofá, dos camas grandes, otras dos estándar y una mesita.