Las redes sociales, las tendencias, la arquitectura y la evolución de la industria turística han convertido al diseño de interiores en un pilar imprescindible del complejo hotelero. Una concepción del espacio y de la estética que va mucho más allá de áreas funcionales y bellas, sino que también tiene en cuenta la integración con el entorno, trasmitir un concepto específico y promover que el cliente tenga experiencias únicas.

En el programa de Bungalow103 denominado ‘La efectividad del diseño, clave en el éxito del hotel’, Elena Molina, la diseñadora de interiores de cabecera del Grupo Martinón, cuyos establecimientos en Canarias están integrados en la cadena Hoteles THe, nos afirmó que “el diseño no es únicamente visual, sino que genera una interactividad dentro del hotel” y afirmó que aquellas cadenas que no invierten en diseño “están condenados a no jugar en la liga de la excelencia”.

“Los hoteles de diseño éxito seguro"

Según comenta Molina en las ondas de Capital Radio, las redes sociales han “educado el ojo” y ahora se vende al cliente un “universo visual”. Para la diseñadora, la importancia de las redes radica en que el cliente “comparte su experiencia con sus seguidores” lo que implica “promoción y publicidad”, pero también genera “deseo, ganas de vivir la misma experiencia”. Por todo ello, el diseño no puede ser un elemento a tener en cuenta en el último momento, como mera decoración, sino que debe ser concebido “desde la creación del hotel”. Según la experiencia de Molina, un buen diseño de interiores necesita “nutrirse de mucha información” procedente del resto de departamentos. Tal y como aduce, “necesito conocer las necesidades del ama de llaves, del departamento de ventas, de la recepción, de la dirección, de los restaurante, de los encargados de las áreas de recreativas”. El objetivo, cuenta, es que el cliente “se quede fascinado y quiera repetir la experiencia”.

La diseñadora ha ideado los interiores de complejos tanto en hoteles ubicados en grandes urbes como en zonas costeras. Según afirmó, la diferencia entre ellos radica en que los hoteles urbanos “tienden a ser iconos de la ciudad y su interior suele tener un hilo conductor para con el exterior”. En cambio, afirma, el complejo vacacional tiene más importancia “las áreas comunes y recreativas”. Según nos cuenta, uno de sus desafíos profesionales más importantes ha sido diseñar complejos del Grupo Martinón en El Caribe, ya que se trataba de “hoteles de 700 habitaciones, con las complicaciones implícitas que supone "crear un complejo de primer nivel una isla como República Dominicana" y, además, con el desafío de tener que cumplir con elementos como "la fecha establecida de apertura". 

 

“Los hoteles de diseño éxito seguro"

 

La tecnología, aliada del diseño

La irrupción de la tecnología también ha supuesto una revolución en el diseño hotelero; tanto es así que para Molina todo lo que abarca "el universo digital también forma parte del diseño dentro de los hoteles". Tal y como aduce, desde la cadena han apostado por pantallas táctiles, proyecciones, pulseras digitales o la iluminación interior regulable desde una apps. Mejoras al servicio del cliente que también repercuten en la cuenta de resultados ya que, afirma, “está demostrado que una aplicación favorece la contratación de servicios añadidos como room services, check-in o check-out”.

En definitiva, desarrollar proyectos hoteleros de éxito no sólo exige concebir el diseño como un pilar básico, sino que se torna crucial a la hora de transmitir un concepto de hotel y, lo más importante, como bien saben desde el Grupo Martinón y la cadena hotelera Hoteles THe, repercute directamente en la satisfacción y la experiencia del cliente. 

“Los hoteles de diseño éxito seguro"

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