‘Menorca Talayótica, una odisea ciclópea insular’, así se denomina el nuevo proyecto con el que la isla balear vuelve a postularse como Patrimonio Mundial basándose en una de sus señas de identidad culturales. Tres años después que el primer intento fuera pospuesto para reformular algunos aspectos, Menorca ha presentado a la UNESCO una propuesta renovada, que se fundamenta en "la integración de sus monumentos prehistóricos en el entorno paisajístico de la isla y su armoniosa relación en un territorio vivo y activo".

Esta es la única candidatura que el Ministerio de Cultura español ha presentado este año y la decisión final se conocerá en 2022.

Más de 1.500 yacimientos en apenas 700 km² de superficie forman parte de la cultura talayótica en Menorca, que se remonta a la prehistoria de esta isla balear. Un conjunto de monumentos que abarca dos milenios: del 2.300 a.C. hasta la conquista romana en el año 123 a.C.

Cala Morell Necrópolis

Cala Morell Necrópolis

Navetas, talayots, taulas, poblados y necrópolis, en su conjunto, forman un patrimonio arqueológico de incalculable valor y único en el mundo, que ha hecho que Menorca haya presentado su candidatura a Patrimonio de Mundial, elaborando el expediente como ‘Menorca Talayótica, una odisea ciclópea insular’. La esencia del nuevo replanteamiento es la figura del entorno paisajístico como nexo de unión integrador entre un territorio que se mantiene vivo con el paso del tiempo y los monumentos más representativos y singulares de la prehistoria de Menorca.

España cuenta actualmente con 48 elementos reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, contando con 4 bienes naturales, 42 culturales y 2 mixtos. De ellos, cuatro son compartidos con otros países. Estas cifras convierten a España en el tercer país con mayor presencia en la lista de este organismo internacional solo por detrás de China e Italia.