El hotel VIK hotel San Antonio está de enhorabuena, y es que en este mes de enero cumple su 50º aniversario. Se trata de uno de los establecimientos que abrieron el camino a los demás para dar nacimiento al que es hoy el principal el núcleo turístico de Lanzarote: Puerto del Carmen.

El desarrollo de este polo turístico en el municipio de Tías arrancó en 1966 con el Hotel Los Fariones al que le siguió el San Antonio en 1973 y, posteriormente, fueron sumándose más, empezando a conformar el destino en el que se ha convertido en la actualidad.

El proyecto del San Antonio fue impulsado por el grupo británico British Cormanwetch CO, a través de su filial Hoteles de Canarias S.A. (HOCASA) que, por aquel entonces, era propietaria del hotel Reina Isabel de Las Palmas de Gran Canaria y el San Felipe de Puerto de la Cruz (Tenerife). Tras una inversión de cerca de 500 millones de pesetas, el 5 de enero de 1973 fue inaugurado oficialmente por Alfredo Sánchez Bella, ministro de Información y Turismo de España.

Según explica a Tourinews Juan Cruz Sepúlveda, autor del libro El volcán del turismo. Orígenes de la transformación de Lanzarote (Mercurio Editorial, 2017), se trata de un hotel que fue innovador para su época, puesto que su construcción también incluyó una planta potabilizadora de agua, una planta depuradora y un complejo residencial para el personal del hotel en el pueblo de Tías, que llegaba desde fuera. “Cubrió hace medio siglo las demandas más solicitadas por el mercado actualmente”, explica el escritor.
 

Apartamentos para alojar a los empleados del Hotel San Antonio Foto cedida por Juan Cruz Sepúlveda

Apartamentos para alojar a los empleados del Hotel San Antonio | Foto cedida por Juan Cruz Sepúlveda

Una cantera de talento


La primera plantilla del hotel estaba compuesta por buenos profesionales traídos de todos los lugares de Canarias. Con ellos se hizo una importante labor de formación que creó escuela. Los propietarios llevaron personal del Reina Isabel y del San Felipe para formar a la población de Puerto del Carmen en restauración, servicios de limpieza de habitaciones, etc. “Fue una gran cantera de la que salió mucha gente que saltó a los negocios de forma independiente. Buenos cocineros, reposteros, barman, etc.”, destaca Sepúlveda.

Comenta que fue una empresa muy colaborativa con el Ayuntamiento de Tías y que ayudó a asfaltar la Avenida de Las Playas, paseo marítimo emblemático del destino. También hizo lo propio con la carretera que unía el establecimiento con el Hotel Fariones.

El lugar de referencia para artistas y dignatarios


El San Antonio, de cuatro estrellas y 360 habitaciones, era especialmente popular entre los clientes nórdicos, alemanes e ingleses. También se convirtió “en un lugar de encuentro y tertulia” para visitantes de renombre, desde artistas a jefes de gobierno, relata Cruz. Entre los habituales del lugar, destacan figuras como el artista lanzaroteño César Manrique o el tenor grancanario Alfredo Kraus, además de grandes personalidades de la política, la cultura o el deporte.

“Del 79 al 82, Adolfo Suárez —expresidente del Gobierno de España— era un cliente fijo, por lo que se convirtió en un lugar de relaciones bilaterales de alto calado”, detalla Juan Cruz.
 

Vista aérea del Hotel VIK San Antonio en la actualidad

Vista aérea del Hotel VIK San Antonio en la actualidad
 

Una nueva era de la mano de la familia Vik


La familia Vik adquirió el hotel en 1992, coincidiendo con una gran crisis económica. “Había más trabajadores que clientes en el hotel”, señalaba Erik Vik, el primer CEO del grupo. Con él a la cabeza, y gracias a su visión de futuro, se acometió una renovación completa del establecimiento, modernizándolo y adaptándolo a los tiempos que vendrían; así, se instaló un moderno gimnasio y un spa, dos nuevas piscinas, equipación puntera en sus cocinas y la renovación completa de sus habitaciones y zonas comunes.

De forma simultánea, el Vik San Antonio comenzó su apuesta por el medioambiente y la sostenibilidad, desarrollando una completa renovación energética, en la que fueron pioneros. En el año 1998 instalaron 400 m² de paneles solares en la cubierta del hotel para la climatización de las piscinas; seguidamente, en 2008, llevaron a cabo la mayor instalación solar térmica de Canarias hasta esa fecha —828 m² de paneles de alto rendimiento—, con producción de calor para el A.C.S., climatización de piscina y la utilización el excedente para la producción de aire acondicionado, disminuyendo sustancialmente las emisiones de CO₂ emitidas a la atmosfera. "Con la instalación de 250 kW de energía fotovoltaica y de seis cargadores de vehículos eléctricos en 2021/22, continuamos siendo un referente y luchando por las buenas prácticas en sostenibilidad y medioambiente", explica a Tourinews Bárbara Espárrago de Vik, administradora única de la empresa.

Actualmente, se encuentra a la espera de la licencia, amparándose en el III Plan de Modernización del Puerto del Carmen, para acometer una importante reforma en la que tienen previsto invertir 15 millones de euros.

Un equipo único


Más allá de los avances en instalaciones, desde la cadena subrayan que el mayor logro del Vik Hotel San Antonio son sus trabajadores.  "Tras estos cincuenta años, forman ya una familia. Todavía hay trabajadores que llevan en la empresa casi cuarenta años, que empezaron de niños y que actualmente son los abanderados y guías para las nuevas generaciones. Con su apoyo, el San Antonio salió de la crisis de los 90, de la de 2008 y de la trágica pandemia de estos dos últimos años", pone en valor Bárbara Espárrago, quien asevera que es todo un "orgullo" ver cómo se comportaron "atendiendo con responsabilidad y serenidad, a pesar del peligro, a los últimos turistas en los aciagos días de marzo de 2020". También destaca la alegría que mostró la plantilla de volver a su “casa” en cuanto el hotel pudo reabrir tras la pandemia.

"Por ello, a todos esos trabajadores, los que comenzaron hace cincuenta años y los que actualmente forman parte de esta familia Vik, me gustaría agradecerles su gran labor, y transmitirles nuestro orgullo y respeto", concluye.