En medio de una economía volátil sumida en crisis cíclicas y en plena consolidación de la tecnología como aliada indispensable para casi todo, crecen silenciosa pero incesantemente las criptodivisas. Se trata de monedas virtuales (quizás las más famosos sean Bitcoin, Ethereum, Litecoin, Ripple, Dash o Bitcoincash) que, lejos de estar reguladas por organismos oficiales, comerciales o bancos centrales, tienen tras de sí una infraestructura tecnológica reciente: el blockchain.

Según declaraciones de Jaime Sánchez, responsable de Avalbit, al programa de actualidad turística de Capital Radio, Bungalow103, “no se puede hablar de criptodivisas sin entender qué es el concepto blockchain”. Según el experto, se trata de una “base de datos formada por cadenas de bloques diseñadas para evitar su modificación”. De este modo, “cada nodo u ordenador de la red guarda copia de todos los registros”, un proceso que “evita que los datos sean alterados y sea imposible hackearlos”.

Pero ¿cómo influirán las criptomonedas en el turismo?

El experto Alex Preukschat, coordinador de Blockchain España, afirmó en las ondas de Capital Radio que “preguntarse cómo influirá la tecnología blockchain en las empresas es similar a cuando hace 10 años nos preguntábamos cómo influiría internet en las industrias”. Sin embargo, el experto señala que será una tecnología que revolucione principalmente a “las industrias que dependen de los datos”.

Prueba de que la industria turística no vive ajena a la eclosión de criptodivisas fue la pasada edición de Fiturtech 2018, el evento específico tecnológico celebrado en el marco de Fitur. La jornada estuvo marcada por las monedas virtuales, tanto es así que la empresa 13tickets.com anunció que ofrecería la posibilidad de realizar la compra de entradas para lugares tan emblemáticos como La Alhambra o la Catedral de Sevilla mediante criptomonedas, entre ellas el ‘Touriscoin’, una de las divisas virtuales que se está abriendo paso dentro de la industria turística y que promete evitar los impuestos en las transacciones, comisiones en los cambios de divisa y que, entre muchos otros usos, pretende facilitar los pagos en el destino.

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Y no son los únicos ejemplos ya que dentro del sector turístico son ya muchas las compañías que apuestan por las criptomonedas. Recientemente, dos hoteles-casino en Las Vegas fueron los pioneros en aceptar pagos con bitcoins (The Golden Gate y The D hotels), pero anteriormente OTAs y aerolíneas de la talla de Expedia, Virgin Air o Destinia, también permitían transacciones en divisas virtuales.

Las criptomonedas: mucho más que dinero

No obstante, en el infinito océano de las criptomonedas no únicamente se habla de dinero, también se discute sobre el futuro de la banca tradicional, sobre capitalismo o, incluso, sobre acabar con la pobreza, según bitcoin billionaire.

Tal y como explica Víctor Rodríguez Ventura, responsable de Criptomonedas Canarias, gracias a las monedas virtuales en un futuro próximo “la economía global será transversal y no estará dominada por bancos centrales”. De hecho, el experto señala que “los usos de las criptomonedas están empezando a verse y son tan amplios como personas habitan en el planeta”. Por ejemplo, señala empresas de la magnitud de Microsoft que “acepta pagos con criptodivisas dentro de sus plataformas digitales” o Kodak, que “ha creado su propia divisa con el objetivo de fomentar la compra y venta de arte”.  A ello se suman otras iniciativas como la criptomoneda Karma, una plataforma descentralizada de préstamos p2p (peer-to-peer por sus siglas en inglés que significa “entre iguales”) cuyo objetivo es crear relaciones económicas que fomenten la emprendiduría y creen oportunidades entre personas de todo el mundo, independientemente de su ubicación geográfica.

No obstante, no todo son noticias positivas y es que todavía quedan grandes desafíos que solucionar en materia de criptodivisas. La volatilidad de las monedas, la especulación, las dudas con respecto a su tributación o la desconfianza que generan siguen siendo enormes escollos que tienen que superar para lograr ser una alternativa masiva al dinero tangible que conocemos hoy día.