Se avecina una nueva polémica relacionada con el turismo masivo en Baleares. La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), María Frontera, ha pedido a los residentes que reduzcan los viajes en coche para hacer frente a la saturación de las carreteras. “En Baleares hay prácticamente un coche por habitante, somos nosotros los que tenemos que hacer un cambio de chip importantísimo. [...] los que nos visitan os puedo asegurar que todos los europeos en su casa se mueven en transporte público, tal vez tienen un coche por familia”.
En estos términos se ha pronunciado la presidenta de la patronal mallorquina, en el marco del primer Congreso de Turismo de la Sociedad Civil. No obstante, la hotelera se ha mostrado muy crítica con el funcionamiento del transporte público en las Islas, al que ha calificado de “desastre”, y ha exigido a las administraciones que lo mejores para incentivar su uso entre los residentes.
Asimismo, Frontera ha asegurado que es un problema al que también deben enfrentarse los turistas: “Durante muchos años les hemos acostumbrado a que no podían llegar ni a la zona turística y ahora se ha complicado con que tienen que llegar a la casa vacacional alquilada en una zona donde no hay servicio de transporte”.
Sea como fuere, se trata de unas declaraciones que podrían levantar ampollas entre la población balear, así como ya lo hicieron las palabras de la portavoz de VOX en el Parlament, Manuela Cañadas, cuando expresó que “los mallorquines no pueden pretender ir en julio y agosto a la playa”. Sin embargo, al ser preguntada Frontera si el residente podría sentirse atacado por sus declaraciones, la hotelera ha sido contundente: “Atacados no, son reflexiones. Cuando hablamos de turismo se tocan muchos temas, debido a la transversalidad del sector”.