Medio mundo está pendiente del submarino turístico que ofrece visitas al Titanic y que ha desaparecido en aguas del Atlántico. La misión de rescate es una tarea contrarreloj con la vida de sus cinco tripulantes en un hilo, ya que se perdió la comunicación con él el pasado domingo y el sumergible tiene un soporte vital de aproximadamente 90 horas.

A bordo viajan el fundador de OceanGate, empresa que ofrece las excursiones, Stockton Rush; el experto en buceo Paul-Henri Nargeolet; el multimillonario británico Hamish Harding; y el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman.

Pachy Martín DIeppa, experimentado piloto de submarinos turísticos en Gran Canaria y Lanzarote, cree que el día de hoy es crucial para localizarlos y que, en caso de no tener ninguna noticia, seguramente "está en el fondo", ya que se perdieron las comunicaciones 1 hora y 45 minutos después del inicio de la inmersión (de unas cuatro horas totales de bajada para cubrir los 3.800 metros). "Cuando tienes algún problema, lo primero que tienes que hacer —si tienes energía— es establecer comunicaciones. Si no las tienes es que ha pasado algo grave", explica y añade que también existen sistemas de emergencia para soltar lastre y emerger "en caso de que esté fallando el sistema para meter aire o sacar el agua de los tanques".

Por todo ello, Martín se muestra pesimista sobre el sino de los pasajeros. Si durante el descenso entró agua, ya "no tienen opción a nada". "El portillo es de metacrilato y tiene el espesor y la forma adecuados para que la presión exterior no lo reviente, pero basta con que tenga un fallo mínimo de fábrica o debilidad de material para que por ahí pueda estallar", comenta. Por otra parte, si están en el fondo, sin energía y sin comunicaciones, se quedarán finalmente sin oxígeno.

Las diferencias con los submarinos usados con turistas


Al ser preguntado, Martín detalla las diferencias entre los submarinos clase Mark III o SubCat, que él pilota o ha pilotado con el sumergible usado por OceanGate, aunque recalca que "cualquier fallo, cualquier pieza de cierta fragilidad en un submarino supone la muerte".

 

Los Mark III, de 18 metros de eslora, están hechos de acero para construcción naval y tienen un período de soporte vital de unas 48 horas para las cuatro decenas de pasajeros que puede llevar a bordo. Pueden sumergirse hasta los 150 metros según el fabricante, aunque la medida está más limitada aún por la  American Bureau of Shipping (ABS) y la capitanía marítima. En su caso, comenta, opera entre los 45 y 50 metros de profundidad cuando lleva a turistas a bordo, aunque en labores de rescate han llegado a sumergirse a los 100 metros.

Por su parte, el Titan de OceanGate, único en su tipo y de  6,4 metros de eslora, está hecho de fibra de carbono. Tiene aproximadamente 90 horas de soporte vital para sus cinco tripulantes y se sumerge a profundidades cercanas a los 4.000 metros.