Algunos de los principales destinos de Turquía están bajo amenaza por los más de 44 incendios forestales que azotan simultáneamente al país, cuatro de ellos de grandes dimensiones.

Uno de los focos más preocupantes afecta a Bursa, la cuarta ciudad más grande, donde han fallecido 4 personas y 3.500 residentes han sido evacuados. Otros frentes han afectado a zonas como Mersin, Izmir y Antalya, siendo estos dos últimos los principales núcleos turísticos del país. No obstante, los aeropuertos y los hoteles han seguido funcionando con normalidad, aunque se ha hecho un llamamiento a los turistas para que sigan atentos las indicaciones de las autoridades locales.

El ministro de Agricultura, Ibrahim Yumakli, ha reconocido que la “magnitud e intensidad” de estos incendios a veces superan la capacidad de respuesta rápida del Estado, especialmente cuando las condiciones meteorológicas son adversas.

En las labores de extinción están participando 27 aviones, 105 helicópteros, cerca de 6.000 vehículos terrestres, 25.000 trabajadores forestales y 132.000 voluntarios, tal y como ha detallado el presidente, Recep Tayyip Erdogan, quien ha detallado que, desde que se inició el verano, se han extinguido 3.062 incendios.