De izqda. a dcha: Onalia Bueno, Pedro Martín, José Miguel Rodríguez Fraga, José Julián Mena y Marco Aurelio Pérez
 

El pasado miércoles lo municipios canarios de Adeje, Arona y Guía de Isora, en Tenerife; y San Bartolomé de Tirajana y Mogán, en Gran Canaria, constituyeron la Asociación de Municipios Turísticos de Canarias. El principal objetivo de esta organización será coordinar de forma conjunta la defensa de los intereses comunes de dichas localidades. Entre ellos, se encuentra la captación de fondos europeos y supramunicipales para mejorar sus infraestructuras y fomentar el desarrollo y la innovación turística.

En total, estos cinco destinos recibieron más de 6,2 millones de turistas en 2015, suponiendo el 47,5% de los visitantes de Canarias y casi el 10% de los turistas llegados a España. Además, representan el 64,7% de todas las plazas alojativas con las que cuenta el Archipiélago. En ellos también se recauda el 64,7% de todo el IGIC (el IVA de Canarias) turístico de la región. 

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Unas cifras lo suficientemente significativas para comprender la importancia de que los principales ayuntamientos turísticos de estas Islas participen en la toma de decisiones supramunicipales que afectan al turismo.

Durante el acto de constitución de esta organización que tendrá su sede en el Centro de Desarrollo Turístico Costa Adeje, los cinco alcaldes de los municipios, José Miguel Rodríguez Fraga (Adeje), José Julián Mena (Arona), Pedro Martín (Guía de Isora), Marco Aurelio Pérez (San Bartolomé) y Onalia Bueno (Mogán), reafirmaron la idea de que la región ?debe avanzar en la transición de su modelo turístico tradicional, basado esencialmente en el sol y playa, hacia uno nuevo que lo complemente y mejore? y se consideran en la obligación de liderar este proceso.

 

 

Desde esta organización destacan que los presupuestos municipales no son suficientes para afrontar las mejoras de las infraestructuras públicas y principales equipamientos que va a necesitar el sector en los próximos años, por lo que consideran necesario captar más recursos externos con que financiar la renovación en su conjunto. Por ello, entre los principales fines de la misma se encuentra desarrollar proyectos comunes para captar fondos supramunicipales, además de los siguientes:

  • Intensificar la promoción y desarrollo de nuevos conocimientos y avances orientados a mejorar el producto y el destino turístico, así como ofrecer servicios públicos más eficientes.
  • Fomentar la investigación y el uso de nuevas tecnologías, que posibiliten el desarrollo y la innovación desde un punto de vista municipal..
  • Promover entre los municipios asociados la cooperación entre las administraciones, empresas y agentes del sector.
  • Posibilitar la participación o integración en entes similares de ámbito nacional e internacional.
  • Potenciar estrategias colectivas como metodología para aumentar la prosperidad y competitividad local.
  • Desarrollar sinergias y estrategias conjuntas de innovación urbana basadas en metodologías e instrumentos que contribuyan a la eficacia de la gestión municipal.
  • Promover la formación y cualificación del empleo en el ámbito turístico, para adaptarlo a la realidad del sector.

¿Hacia un lobby nacional insular?

Los miembros fundadores de la asociación aseguran que no nace con carácter excluyente, por lo que "está abierta, por tanto, a incorporaciones en un futuro de nuevos socios que compartan su filosofía y objetivos."

Esta opción deja una puerta abierta a la llegada de nuevos municipios, algo que sería sumamente interesante si finalmente no se circunscribe sólo a Canarias y se amplía a Baleares. Tendría mucho sentido que las principales municipios turísticos de los dos archipiélagos españoles, dos de los principales motores de la industria vacacional nacional, se uniesen para conformar un lobby que vele por sus intereses y su financiación.

Por lo pronto, no parece una idea excesivamente alejada de la realidad. El pasado 21 de noviembre las Islas Baleares, Cerdeña (Italia) y Córcega (Francia) acordaron crear un frente común para que la Unión Europea reconozca su insularidad y, por tanto, les permita establecer una fiscalidad específica para sus territorios, como ocurre con otros archipiélagos europeos como Canarias o Azores.

Quizás esté en manos de las principales patronales turísticas de Baleares y Canarias hacer de puente de unión y de catalizador para que el gran 'lobby nacional de municipios turísticos insulares' sea una realidad.