El Centro Común de Investigación de la Comisión Europea —JRC, por sus siglas en inglés— ha advertido de que el calentamiento global provocará una reorganización de la demanda turística en Europa en los próximos veranos. Según su último estudio, el ascenso de las temperaturas beneficiará a los destinos costeros del norte del continente, en detrimento de los más habituales del sur.

Se espera que las regiones costeras del sur pierdan turistas durante el verano, particularmente en escenarios de calentamiento de 3 y 4 grados, mientras que las regiones costeras del norte de Europa verán una mayor demanda turística. En todo el continente, el interés turístico caerá en julio y crecerá en abril determina el estudio Impacto regional del cambio climático en la demanda turística europea del JRC.

Claro patrón norte-sur


Según las proyecciones, se espera que el impacto general en la demanda turística europea sea positivo, con un aumento del 1,58% para el escenario de calentamiento más alto (4°C), aunque los resultados agregados ocultan una gran diversidad entre regiones. Sin embargo, hay “un claro patrón norte-sur, con aumentos en la demanda turística en el centro y norte de Europa y una menor demanda en el sur”.

En un clima que se calienta 1,5°C, se prevé que la mayoría (80%) de las regiones europeas se verán afectadas por el cambio climático en una proporción “bastante pequeña”, y el flujo de turistas que visitan esas regiones fluctuará entre -1% y +1%. Los resultados son bastante similares para el escenario de calentamiento de 2°C.

En el escenario de emisiones más altas, el efecto más significativo del cambio climático en la demanda turística se proyecta para las regiones costeras, por ejemplo, una disminución del 9% para las islas Jónicas griegas y un aumento del 16% para Gales Occidental (Reino Unido).

Fuente: Comisión Europea

Fuente: Comisión Europea

Los más perjudicados


Además, las mayores pérdidas (más del 5%) se proyectan en las regiones de Chipre, Grecia, España, Italia y Portugal, mientras que las mayores ganancias (superiores al 5%) se distribuyen en Alemania, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Países Bajos, Suecia y Reino Unido.

Se espera que los patrones de estacionalidad experimenten cambios sustanciales, con impactos variables según las regiones. Se espera que las regiones costeras del norte de Europa experimenten un aumento de más del 5% en la demanda durante los meses de verano y principios de otoño. Por el contrario, se prevé que las regiones costeras del sur pierdan casi el 10% de los turistas de verano en comparación con el presente, particularmente en escenarios climáticos más cálidos (3°C y 4°C).

En estas regiones, la disminución de la demanda de verano se ve parcialmente compensada por mayores visitas turísticas en primavera, otoño e invierno. En términos agregados, se espera que el mes de abril registre el mayor aumento en los flujos turísticos, alcanzando un +8,89% en comparación con el presente en un escenario de 4°C. La mayor caída en la demanda turística europea se proyecta para julio, oscilando entre el -0,06% en el escenario de 1,5°C y el -5,72% en el escenario climático más cálido.