El turismo de observación de aves, más conocido como Birdwatching, se ha ganado por su propio peso un hueco entre los segmentos turísticos con más posibilidades de crecimiento. De hecho, Naciones Unidas estima que las observaciones de aves y otras especies salvajes generan cerca de 30,11 millones de euros tan solo en Estados Unidos.

En Europa también es una actividad habitual, siendo especialmente popular entre los británicos que encuentran en España algunos de los destinos más idóneos para ello, sin embargo, cada vez está más en peligro ya que está teniendo lugar la desaparición de miles de millones de ejemplares, según publica el diario El País.

En Europa y Norteamérica están desapareciendo por millones las aves más comunes, mientras que las más amenazadas se están recuperando, destaca un estudio de la revista Science. Un fenómeno explicado por los esfuerzos conservacionistas y la regulación de la caza.

En Europa, investigaciones han demostrado que entre 1980 y 2010, la población de pájaros se redujo un 15%. De hecho, según el último informe del Plan Paneuropeo para Monitorear las Aves Comunes (PCBMS), con datos de 2016, un tercio de todas las especies muestra descensos.

En España la “situación es estable, pero hay algunas especies con un descenso muy acusado”, explica Juan Carlos del Moral, coordinador del área de estudio y seguimiento de SEO/BirdLife.

Las causas de este descenso masivo en la desaparición de pájaros son varias. El deterioro del hábitat, la presión humana, la intensificación de la agricultura, la sofisticación de los insecticidas, la deforestación y los trastornos provocados por el cambio climático son algunas de ellas.