El mercado británico se ha tomado las declaraciones sobre la masificación de Lanzarote como algo muy personal. Desde el gobierno insular han manifestado que no quieren “más camas ni más crecimiento” y que la isla quiere orientar su estrategia a recibir menos turistas, pero incrementar el gasto medio de los visitantes.
Los británicos se han sentido directamente aludidos y están “furiosos”, tal y como se ha hecho eco el diario Daily Mail, bajo un encabezado que afirma que “Lanzarote está harta de los turistas británicos que visitan la isla”. Aseveran que la presidenta de Lanzarote, Dolores Corujo, quiere atraer a turistas de Francia, Italia y Países Bajos, por su “gasto más elevado”, pero renuncia a su principal emisor. Y es que, en 2019, recibió a 1,3 millones de viajeros de Reino Unido, seguidos a mucha distancia por los alemanes (309.000), Irlanda (285.000) o Francia (115.000).
Andrew Edwards, que está pasando sus vacaciones en Lanzarote ha calificado a la presidenta insular como “grosera”. “Está diciendo que quiere una mejor clase de turista, ¿cómo se atreve?”, afirma en declaraciones recogidas por el periódico. Añade que están haciendo un gran gasto en el destino. “Si esta mujer no quería que los británicos vengan a Lanzarote, ¿por qué la cerveza es tan barata?”, remacha.
Por su parte, los jubilados Mark y Jackie Farr afirman que dejarán de ir a la isla española si no son bienvenidos. “Si no nos quieren aquí, nos iremos a otra parte. Nos necesitan. ¿Qué más hay aquí aparte del turismo? ¡Nada!”, apuntan.
Se repite algo similar a lo ocurrido con las declaraciones de las autoridades de Mallorca en la World Travel Market (WTM), que se interpretaron como que la isla no quería recibir turistas ‘low cost’ británicos.